Lafresca: la silla de enea se revitaliza.

Salir a la fresca, a la calle, a charlar con los vecinos en las noches de buen tiempo. Una reunión social y una costumbre muy arraigada pero que se mantiene escasamente en los pueblos de nuestra geografía, y que Granada Barrero y Damián López (Leblume) quieren rendir homenaje con su proyecto Lafresca recuperando a su protagonista original: la silla de enea o silla andaluza, un asiento democrático que relaciona artesanía y diseño.

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La silla Lafresca es el pistoletazo de salida para esta revisión de una silla tradicional que se extendió por todo el territorio durante el siglo XIX, la silla popular por excelencia. Una silla completamente social que sin embargo, en la actualidad ha visto relegado su uso a eventos folklóricos de carácter temporal por toda Andalucía y a algunos espacios donde aún perdura tras el paso de los años. Un proyecto promovido por López y Barrero, dos diseñadores andaluces con gran interés por la relación entre artesanía y diseño, que buscan reactivar la artesanía local y rescatar oficios que están en peligro de extinción.

El diseño propuesto, galardonado con una Ayuda Injuve para la Creación Joven 2014, pretende devolver el peso social que la silla de anea tuvo antaño. La Fresca refleja el bagaje histórico de la silla de caña más conocida, pero ha sido adaptada al contexto y la sociedad actual. Su forma responde a la interpretación en tres dimensiones del característico asiento de anea, que ahora se modula hasta convertirse también en respaldo y reposabrazos.

Ha sido llevada a cabo de manera artesanal tras un intenso trabajo de investigación y de recuperación de la maestría en esos oficios tradicionales que en la actualidad se ven sustituidos en pro de maneras más rápidas de fabricar que pierden el encanto de los procesos de fabricación de toda la vida y sus peculiaridades.