Nimú Interiorismo diseña un loft alegre y familiar en Malasaña.
Las autoras del proyecto optaron en primer lugar por delimitar dos áreas: común y privada. La zona más pública cuenta con seis enormes ventanas en la fachada principal y otras cuatro en las laterales, y se compone de un salón-comedor que integra la cocina, una zona de juegos o lectura y un despacho. Estas estancias forman parte de una planta diáfana y rectangular, donde cada ambiente tiene su espacio acotado mediante muretes a media altura, que permiten el paso de la luz natural y logran que las vistas se contemplen desde cualquier punto del amplio salón.
Las interioristas han diseñado también algunas piezas de mobiliario a medida para este proyecto, como el aparador con módulos en nogal, y en laca azul turquesa y rosa. Las piezas escogidas para la decoración aportan el color y el calor al loft; una combinación ecléctica e informal de muebles y otros objetos consiguen darle un aire acogedor al gran espacio central.
La cocina es un ambiente más del salón, aunque separado con el elemento común a toda la vivienda, los tabiques de obra a media altura. En este caso, uno más bajo alicatado en color turquesa recoge los electrodomésticos bajos y la zona de trabajo, y otro más alto permite el apoyo del frigorífico y los muebles más voluminosos.
El acceso a esta zona es sencillo, no hay puertas, solo dos vanos.
La ubicación del despacho en el centro de la casa permite un óptimo aprovechamiento de este amplio espacio situado junto a la entrada, consiguiéndose a la vez una fluida circulación. La zona de juegos y de lectura, se ubica detrás de la cocina y se mantiene algo más apartada.
En la zona privada, se sitúan los dos dormitorios. En el dormitorio principal se ha proyectado un cabecero de obra, que puede ser utilizado como librería o como mesilla de noche.
En cuanto a los revestimientos, al igual que en el resto de la casa, se combina la pintura de blanco ultraluminoso de las paredes con una cálida tarima de madera tratada con aceite para el suelo. La zona infantil adquiere alegría y colorido con los objetos propios de los más pequeños: juguetes, cuentos, ropa y algún mueble recuperado y pintado en tonos alegres.
El baño principal gana luz natural, gracias a la apertura de un amplio vano acristalado. Se ha optado por una ducha de obra, con mampara de cristal y se han combinado diferentes acabados en paredes y en suelos, cambiando también de color.
Desde el baño infantil, que mantiene los materiales y la estética del principal, se accede a otra estancia utilizada como tendedero y cuarto de plancha, disponiéndose de otro vano acristalado superior para aumentar la luminosidad. En todos los cuartos húmedos, se ha optado por una estética muy similar, con los dúos blanco / negro, y blanco / gris, para lograr una homogeneidad cromática, que crea en todos una mayor sensación de amplitud.
Fotografías cortesía de Nimú Interirorismo