Clínica Quijada por Sanahuja & Partners, o la importancia de una escalera .

La reforma supuso ubicar en la primera planta el área de consultas, ya que es donde el personal y los pacientes pasan la mayor parte del tiempo en su uso normal del centro, optimizándose así la luz natural hacia los espacios interiores. La planta baja, de menor dimensión, aloja el área quirúrgica ya que para estos espacios no se requiere luz natural. Dado que el uso más habitual de la clínica se ubicó en la primera planta, la accesibilidad entre ambos niveles se reveló como el elemento protagonista del proyecto. Así, la escalera que conecta ambas alturas se convirtió en el elemento articulador del centro. Destaca no sólo por su envolvente de madera sino también por el juego gráfico de luz integrado en dicha envolvente. Aparte, el acceso a la planta superior también puede hacerse por un ascensor adaptado que salva la barrera arquitectónica para personas con movilidad reducida. Esto es fundamental dado que todos los pacientes han de pasar por la recepción, que se encuentra en la primera planta aunque al local se accede desde la planta calle. La combinación de madera de roble natural con madera lacada más el pavimento continuo de microcemento contribuyen a generar una atmósfera aséptica al tiempo que el mobiliario aporta algo de calidez al conjunto. La iluminación refuerza asimismo esta sensación de higiene y luminosidad camuflada en elementos indirectos como foseados o luminarias puntuales muy discretas. Fotos: Héctor Rubio