The Perfectionists’ Café: viajamos a los 60’s desde el aeropuerto de Heathrow.
El concepto de diseño de The Perfectionists’ Café nace del menú del local creado por el poseedor de tres estrellas Michelin: platos típicos ingleses de los 60 y 70, distintos a la Europa continental, con un toque moderno. Inspirándose en la época, AfroditiKrassa ha encontrado su referencia en la icónica serie de televisión Mad Men y la película de Spielberg Atrápame si puedes (Catch me if you can, 2002). Además del influyente diseño de mobiliario de Verner Panton y el trabajo irónico y colorido del diseñador gráfico americano Saul Bass, autor del branding de varias aerolíneas de la época.
El diseño interior conecta con la era en que la identidad británica moderna se empezaba a definir como concepto, destacándola desde un punto nostálgico. Clásico y cálido con un toque de ingenio e ironía, los materiales y colores son ricos y vibrantes: maderas oscuras, mármol veteado marrón, cuero y latón en los detalles y Formica, icono de los 60; fuertes patrones en blanco y negro que contrastan con los colores vivos y vibrantes de la época, azul, naranja y mostaza.
La distribución espacial se basa en la creación de diferentes caminos en el restaurante: un frente rápido y dinámico que combina asientos altos, mesas flexibles y superficies duras como azulejos y mármol en las que disfrutar de un plato rápido o un cóctel en el bar; al ir avanzando en el espacio, el ritmo se ralentiza para una cena más relajada, lejos del ajetreo y el bullicio de la terminal. Los acabados son más cálidos y suaves: los asientos se convierten en cabinas de observación desde los que ver los aviones despegar y aterrizar y comenzar su viaje con estilo.
En la entrada se sitúa una mesa comunal con forma de hélice que supone un guiño a los aviones, sobre una silueta hexagonal que se relaciona con la forma original de Heathrow vista desde el aire.
De acuerdo con su autor, la cocina es abierta y teatral y sirve de clave para el resto de la disposición. Está dividida en dos zonas, ocupando la comida de este modo una posición primordial en el espacio.
La sala del helado, que ofrece el icónico helado de nitrógeno de Blumenthal por primera vez en un aeropuerto gracias a decantadores y tubos creados a medida, ocupa la parte izquierda. El bar panadería, que dispone de un horno de leña también por primera vez en un aeropuerto, completa la barra-buffet.
La imagen corporativa y el material de merchandising utilizan como símbolo reconocible al reputado chef.