Desde el respeto a la piedra. Dom arquitectura rehabilita una casa en Noutigos, A Coruña.
Manteniendo su fachada de piedra, sustituyendo las ventanas originales en madera de castaño, solo se han hecho dos pequeñas nuevas aberturas en el muro sur en sitios estratégicos por su visión y por la necesidad de entrada de luz en lugares concretos.
Las nuevas aberturas formadas por un vidrio fijo y un marco de acero corten contrastan con las existentes. Además la fachada sur ha sido revocada, para evitar las humedades generadas por piedras pequeñas. Se han respetado las grandes piedras que rodeaban las ventanas y se han seguido líneas existentes para acabar alisando casi toda la planta primera y bajo cubierta.
El jardín de acceso funciona como espacio de bienvenida, con grandes losas de piedra antigua recuperada, bancos de piedra y madera y plantas como albizias, parras y lavandas, que aportan sencillez de manera acogedora.
Las paredes de piedra de la vivienda son las auténticas protagonistas de la misma, y conectan exterior con interior. En la planta baja se combinan con zonas acabadas por el mortero ocre del encintado de las mismas, generando un juego a través de un zócalo de diferentes alturas, tapando zonas de piedras que estaban muy deterioradas y adaptándose a la distribución del espacio interior.
La planta baja se ha convertido en un solo espacio diáfano con pavimento continuo, donde se sitúan las zonas comunes: la cocina, el comedor y la zona de estar.
En la planta primera se sitúan las tres habitaciones y dos baños. Los forjados se han hecho nuevos con bovedillas cerámicas pintadas con unas veladuras grisáceas.
La planta bajo cubierta era un espacio utilizado originalmente como tendedero, ahora se ha convertido en un espacio totalmente abierto que se utiliza a modo de habitación principal de la casa, iluminada con luz natural a través de unos lucernarios realizados a modo de corte en la cubierta. Así, se ha originado una pequeña terraza con preciosas vistas a Finisterre y a toda la bahía y la playa de Carnota.
El respeto por la piedra, y los elementos existentes combinados con una distribución más diáfana y abierta, una iluminación y mobiliario actual genera nuevos espacios con encanto.
Fotografía: Víctor Solís