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Mariola Montosa
31 julio 2013

Apartament 1211 en São Paulo. Un pequeño apartamento de transición hecho a medida.

Un piso temporal, 36 metros cuadrados, dos plantas diáfanas, un inquilino en fase de transición vital y la necesidad de inyectar una dosis de energía positiva. Este es el escenario que se encontró el arquitecto brasileño Alan Chu a la hora de reformar este apartamento de São Paulo.

Las dimensiones reducidas marcan la pauta del interiorismo. Había que conseguir una solución que organizara el espacio con el menor número de elementos posibles. Al arquitecto se le ocurrió el uso de cajas de madera para crear un mobiliario compacto que a su vez crea un ambiente de reorganización e improvisación acorde con el espíritu del cliente.

Las cajas tienen diferentes funciones: sirven de despensa, armarios, cajoneras, estantería, e incluso para camuflar la escalera en la segunda planta.

En la planta baja, para ahorrar espacio, el arquitecto ha alineado todas las cajas en una misma pared. El mobiliario del salón y el de cocina están unidos pues. Algunas cajas utilizan mecanismos de puertas y cajones, mientras que otras se deslizan.

Decoración minimalista para un espacio pequeño. La madera, los azulejos blancos de las paredes y el color rojo son los protagonistas de la planta baja. Este último está presente en la nevera, en la alfombra, en el teléfono de pared y en el interior de las cajas, “creando un ambiente joven y sin pretensiones”, opina Chu.

Y un cuarto elemento: un sofá cama de grandes dimensiones ubicado en la zona de doble altura del apartamento, la cual une las dos plantas. Completan el mobiliario una mesa y una silla.

Destaca también la escalera. Metálica, negra y en forma de espiral. A la vista en la primera planta y oculta dentro de otra caja de madera en la segunda.

La doble altura de la casa permite que la segunda planta disfrute de un mirador protegido por una pantalla de vidrio.

Para esta parte de la casa, Chun y su colega Anita Meduna han continuado apostado por la madera pero han cambiado el rojo por el negro y el blanco, creando un ambiente más íntimo y sofisticado.

La madera oscura del suelo es la misma que la del techo de la primera planta, un detalle que busca unir ambas estancias.

Aparte de la cama, una silla de diseño y una lámpara de pared son las únicas piezas del mobiliario no hecho a medida.

Fotografías: Djan Chu

 

 

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