Reforma de un ático en Las Cocheras de Sarrià, que realza la obra original de Coderch.
La reforma ha consistido en que el ático, que ocupa toda la planta, se abra paulatinamente y de forma radial a la terraza, la cual rodea la totalidad de la casa y destaca por unos perímetros retranqueados que siguen la morfología del edificio.
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La intervención de Mar García y Santi Gasull permite que la vivienda goce ahora de todas las fugas que, a modo de aperturas esquineras, fueron proyectadas por Coderch, una de las principales figuras de la arquitectura catalana de la segunda mitad del siglo XX.
La vivienda requería cambios para adaptarse a las necesidades de los nuevos inquilinos, lo cuales, por cierto, ya la habían habitado en el pasado.
Unos cambios que se traducen en una nueva distribución que reduce el número de dormitorios y, sobre todo, centra las circulaciones alrededor del núcleo principal. El resultado final es una vivienda que se encierra en su centro pero que se va abriendo en anillos concéntricos, generándose espacios más abiertos.
En cuanto al interiorismo, el equipo de Tarruella ha vuelto a apostar por el blanco como elemento unificador de la vivienda al ser el color utilizado para los techos y la mayoría de las paredes. El suelo de hormigón, de color beige, guarda armonía con el resto y aporta calidez al entorno.
El blanco está presente también en el mobiliario del baño. Fuera de este espacio, la madera se convierte en protagonista al ser el material elegido para los muebles, puertas y revestimiento de algunas paredes y la terraza, en este último lugar en forma de lamas.
La madera y el blanco crean un contraste sencillo, armónico y actual, pero roto en ocasiones por elementos como alfombras o mobiliario antiguo.
La luminosidad está garantizada en toda la casa con la nueva distribución y las aperturas al exterior, así como con el extra que le da el color blanco.
Fotografías: Pol Viladoms