El nuevo concepto de tienda de Natura, en el centro comercial L’illa Diagonal de Barcelona.

Natura inaugura un nuevo concepto de tienda en el centro comercial L’illa Diagonal, un espacio de más de 350 m2 con aire completamente renovado que no deja de lado el inconfundible sello de la marca y que está destinado a convertirse en el más emblemático de la compañía.

Situado en una de las principales y mayores avenidas comerciales de la ciudad, dentro del conocido centro comercial barcelonés L’illa Diagonal, Natura ha querido trasladar su anterior ubicación apostando por un lugar completamente renovado y de amplias dimensiones. El recién estrenado espacio se localiza en la planta baja del centro, con una distribución de interiores por secciones que da gran sensación de amplitud y permite que cada uno de los productos tenga un lugar propio y distintivo.

El diseño ha sido proyectado por la interiorista Sandra Durany, quien ha cuidado hasta el último detalle de la tienda para hacer de cada visita sea una auténtica experiencia sensorial, en un lugar cosmopolita, amplio y a la vez muy acogedor. Se trata de un espacio caracterizado principalmente por luces tenues, maderas cálidas y distintos tapices que permiten al visitante disfrutar de un ambiente relajado y acogedor mientras descubren los diferentes artículos que ofrece Natura.

Desde el inicio, el objetivo del proyecto fue cambiar y actualizar el anterior espacio de Natura en el centro comercial, creando un concepto renovado. Dividida en cinco áreas, dando especial importancia a una cuidada presentación del producto, la tienda incorpora una zona chill out con una atmósfera diferenciada del resto de ambientes. “Hemos querido dar un aire de amplitud para contrarrestar las reducidas dimensiones de la antigua ubicación y, sobre todo crear un entorno accesible para todo tipo de públicos, consiguiendo así que todo se pueda ver, tocar, sentir y oler con la máxima comodidad. Asimismo, le hemos dado importancia a todos y cada uno de los productos”, explica la diseñadora.

El color predominante es de la propia madera, de pino y roble, un material que protagoniza la mayoría de los rincones del espacio. Sus distintos tonos se mezclan con el marrón chocolate del techo y los papeles pintados, una concepción que hace que la tienda nunca tenga un aspecto homogéneo.

En definitiva, es una tienda cosmopolita que no pierde el toque confortable y cálido de la firma, que provoca a sus visitantes una sensación distinta nada más entrar. “Hay momentos que uno puede sentir que está paseando en pleno corazón del Nueva York más cool, cuando de repente todo cambia a un viaje por recónditos rincones de los cinco continentes”, comenta Sergio Durany, fundador de Natura.