Molo Design crea una cortina de acero para alojar a las míticas criaturas del festival japonés Nebuta.
El edificio acoge a estas criaturas míticas, con el objeto de preservar la tradición y potenciar el futuro de esta singular manifestación cultural, el Festival Nebuta.
Sus autores, el estudio canadiense Molo Design han diseñado una sugerente envolvente exterior, que se ha resuelto mediante unas tiras de acero que forman diferentes composiciones de ondas, con el objeto de permitir el acceso al interior del edificio, la iluminación natural o las vistas.
Más de 820 cintas de acero, de 12 m de altura, rodean la estructura de vidrio y acero del pabellón. Las tiras se han fabricado individualmente y se han ajustado manualmente en obra, no son el resultado de la fabricación digital. Se han revestido con un polvo de color rojo oscuro (inspirado en la tradicional laca local).
El edificio se cimenta sobre pilotes enterrados a gran profundidad. Los delgados pilares contribuyen a dar a la estructura una sensación de ligereza física. El sistema de acristalamiento se fija a la estructura de acero, las carpinterías son de acero galvanizado negro y tienen capacidad portante.
El interior está dividido por una serie de pantallas de acero galvanizado negro, que permiten una conexión visual entre las diferentes áreas. El acero galvanizado utilizado en el interior y el exterior está tratado con un proceso de pátina que ennegrece el metal manteniendo la galvanización de zinc.
El color negro, dominante en el interior, contribuye a crear un espacio abstracto que permite que el visitante centre su atención en la colorida historia que se relata.
Unas gigantescas puertas correderas dividen y comunican el área principal del teatro con los espacios de usos múltiples. Cuando se celebra el festival, estas dos grandes puertas abiertas permiten que se pueda contemplar simultáneamente desde el teatro, el espectáculo, el puerto de Aomori y las montañas Hakkōda.
La pantalla exterior crea un espacio perimetral protegido llamado engawa (típico de la arquitectura japonesa), que actúa como un umbral entre el mundo contemporáneo de la ciudad y el del mito.
Las sombras de las cintas exteriores proyectadas sobre las paredes y el suelo crean una nueva materialidad, que cambia dependiendo de la luz y la hora del día.
El paisaje urbano circundante se compone de edificios grises y anodinos, entre los que el edificio destaca como una vibrante cortina que activa este entorno urbano, y transforma el día a día en una experiencia teatral.
Se ha tratado que el edificio tuviera un carácter multifuncional, acogiendo una amplia gama de usos: talleres, conferencias y diversos eventos culturales. Se pretende que el edificio marque el comienzo de una nueva era de la tradición Nebuta, ofreciendo un espacio para compartir ideas y facilitar la colaboración de artistas de diferentes culturas y disciplinas. El edificio integra Nebuta en la vida pública de la ciudad, conmemorando sus fantásticas leyendas y la belleza de las efímeras carrozas de papel.
Aomori celebró recientemente su primer festival Nebuta de invierno. Los visitantes y los lugareños se reunieron bajo el resplandor de las lámparas de nieve hechas a mano, participando en un espectáculo en el que la nieve penetraba en el teatro a través de la cortina de tiras de acero rojo de la fachada.
Fotografías © Molo Design y © Iwan Baan