La Pepita Burger Bar, un local de Vigo que rompe con la imagen de hamburguesería tradicional.
El nombre de La Pepita Burger Bar tiene dos significados: ‘pequeño bocadillo’ y ‘semilla’. No es un nombre elegido al azar pues todo en este local de Vigo gira alrededor de este concepto, desde la comida al diseño, del que se ha encargado Daniel de Castro.
El lema del negocio es ‘Revolucionar la hamburguesa tradicional’ gracias a carne de primera hecha a la parrilla y a los ingredientes frescos, pero la participación de Castro ha supuesto también una ruptura del concepto habitual de hamburguesería ya que se ha alejado de la estética preconcebida de esta clase de locales acercándose precisamente a uno de los elementos del plato estrella: el pan.
En La Pepita Burger Bar no hay colores rojos, amarillos o azules (como en las cadenas de comida rápida) ni los colores pasteles de los ‘dinners’ de los años 50. Aquí mandan el marrón y el naranja, que son los más se asemejan al tono de las semillas y del pan de hamburguesa, opina De Castro.
Estos colores, más el blanco, son los que definen toda la identidad de la marca. Marrón para los asientos compartidos, tonos madera para las mesas y el suelo, y blanco para las paredes del local (algunas de ellas de ladrillo a la vista), sillas y otras piezas del mobiliario. La fachada, sin embargo, se ha pintado de azul para, en contraste con el resto de colores, “hacer el concepto más fuerte”, explica.
La otra característica en el interiorismo es la decoración minimalista con un cierto aire industrial y retro “que lo acerca a la cultura moderna de la hamburguesa”.
Vigas y tubos a la vista, un mural en una de las paredes o un teléfono de pared antiguo crean un ambiente vintage junto con piezas de Francisco Segarra como el mueble auxiliar en forma de casillero Corton, las lámparas de metal Tom o el flexo Koen.
De Castro se ha encargado de toda la identidad corporativa de la Pepita, presente en todos los elementos: manteles, folletos, logotipo, mural, web, toldo exterior, bolsas e incluso el papel que envuelve a las hamburguesas.
La idea es que todo fuera diferente pero bajo un mismo concepto. De este modo, la composición tipográfica presenta elementos circulares y otros motivos que hacen referencia a la hamburguesa y, por supuesto, a las pepitas.