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Arantza Álvarez
28 junio 2012

Sobriedad y estética industrial para las oficinas del Grupo Ramsés en Madrid, de Touza Arquitectos.

El grupo madrileño Ramsés -dedicado a la restauración- es el propietario del singular restaurante del mismo nombre, diseñado por Philippe Starck. En sus oficinas centrales, ideadas por el estudio de arquitectura Touza Arquitectos, se ha buscado la recuperación de la estructura original del edificio, un inmueble singular ubicado en el centro de Madrid, cuya construcción original data de principios del siglo XX. Para ello se seleccionaron, de acuerdo con las necesidades de cada espacio, los elementos en los que se decidió intervenir y mostrar. Así, rotundos muros de ladrillo, forjados de viguetas metálicas con bovedillas de rosca de ladrillo, son la esencia redescubierta del proyecto.

El objeto de este proyecto es dotar al Grupo Ramsés de unas oficinas que permitan integrar a todo su equipo operativo así como a su red comercial. Para ello, se crean espacios diáfanos para aprovechar al máximo la ventilación e iluminación natural.

Debido a las características de la planta, estrecha y alargada, con entradas de luz natural sólo a través de sus dos frentes de menor longitud y de un patio interior, se decidió utilizar cerramientos de aluminio y vidrio para conseguir una óptima distribución en zonas a las que los rayos del sol llegaban con dificultad.

La iluminación artificial complementaria se diseñó combinando halógenos empotrados en suelo para dar volumen a la textura del ladrillo original, mientras que la iluminación superior se hizo con carriles electrificados en paralelo a los conductos de aire acondicionado. De esta manera se permite que las luminarias se puedan mover en el carril en función de las necesidades, combinando la estética industrial entre climatización e iluminación, y sobre todo evitando el falso techo para ganar más altura.

Con respecto al mobiliario, domina la sobriedad y la utilización de dos colores: el blanco y el negro.

Los armarios se han realizado con tablero de DM lacado en acabado alto brillo. Las mesas son diseño del estudio Touza y son también de tablero de DM, en este caso con acabado melamínico de color blanco mate.

El acabado del suelo es una solera industrial con mortero auto-nivelador a base de resina epoxi.

Elementos singulares como la recepción o la bancada de espera, completan una actuación que pretende la modernidad y funcionalidad de todo el conjunto.

Fotografías: Lucio Vázquez

 

 

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