Refugio en Vall de Laguar: 25 metros para disfrutar de los cerezos en flor en el Levante Peninsular.

Esta casita de fin de semana de solamente 25 m2 de planta ha sido realizada teniendo como objetivos la adaptación al entorno y el aprovechamiento del reducido espacio. La solución aportada por el estudio de Borja García, Sergio García-Gasco y Jorge Cortés para la fachada fue colocar mampostería ejecutada a imagen de los muros de contención de tierras agrícolas de la zona.

Para ganar espacio se ha aprovechado el sótano como una parte activa más de la casa, consiguiendo una tercera estancia al bajar las escaleras.

El interior es blanco y diáfano, buscando la luminosidad, y el material principal es la madera.

La parcela está poblada en su mayor parte por un huerto de cerezos. ¡Perfecto para descansar del mundanal ruido!