Rehabilitación de Nave 8B en Matadero de Madrid. Arturo Franco le da una nueva vida a los materiales.
La nave 8B es un pequeño espacio del antiguo Matadero de Madrid que abastecía a la zona centro de la ciudad. Actualmente, toda esta zona constituye uno de los centros culturales de vanguardia de la capital. El arquitecto Arturo Franco ha sido el encargado de rehabilitar esta nave de 1.000 m2 destinada a la gestión administrativa del complejo.
La nave se distribuye en una pequeña zona de trabajo, un almacén y un espacio polivalente para charlas y presentaciones. En sus orígenes, este espacio era una de las salas de apoyo para el almacenaje de los restos producidos en la Nave 8, donde se secaban las pieles y el salazón, “una nave menor pero de gran interés espacial”, señala Arturo Franco.
El objetivo prioritario de los trabajos de rehabilitación era restituir la cubierta de teja plana sobre tableros y rasillas parcheados durante los últimos 60 años, reforzar la estructura de todo el conjunto y acondicionar el interior para sus nuevos usos, tanto térmica como acústicamente.
Antes de la nave habían sido rehabilitados otros antiguos edificios del Matadero, así que había gran cantidad de tejas, ladrillos y escombros cuyo fin más seguro era acabar en el vertedero. Se trataba de aprovecharlos y darles una nueva vida.
Un ejemplo son los tabiques de separación, realizados a partir de las tejas que se retiraron del tejado en mal estado. Su distribución apilada y con aberturas permite la ventilación y la entrada de luz natural, al tiempo que crea espacios relacionados entre sí.
Las improvisadas celosías se han creado a partir de la falta del número suficiente de elementos del aparejo. “A veces una pieza entera para los muros, otras, media pieza para los revestimientos”, apunta el arquitecto.