El estudio Ooze diseña en Bélgica un sofisticado apartamento-museo con vistas al mar.
El estudio ha optado por una reorganización de los tabiques interiores que permite desarrollar no sólo un nuevo espacio para vivir sino también para “exhibir”. El propietario, coleccionista de arte, quería incluir en su vivienda un pequeño museo.
Inmaterialidad y materialidad, transparencias y reflejos se utilizan de una forma dinámica para potenciar la sensación exterior / interior. De este modo, se han utilizado materiales como el hormigón en paredes y techos, vidrio reflectante en baños y paneles de paso y madera original del Rijksmuseum de Ámsterdam para el suelo.
Para algunos detalles decorativos, el propietario de origen holandés, se ha servido de artistas como por ejemplo, Maxime Ansiau que ha diseñado los azulejos del baño con ilustraciones de paisajes holandeses.
Fotografías de Jeroen Musch, Ooze & Eric Klarenbeck.