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carmen
13 abril 2011

El nuevo centro cultural de Avilés: la última joya de la “marca Niemeyer”.

La pequeña ciudad asturiana de Avilés ha sido el marco elegido por el gran arquitecto Óscar Niemeyer (Río de Janeiro, Brasil, 15 de diciembre de 1907) para realizar una de sus obras más emblemáticas en Europa y la primera en España: el Centro Niemeyer. Este complejo cultural de primer orden, abierto al público a finales de marzo, es como “un regalo” del genial y ya centenario arquitecto brasileño a los asturianos.

Cinco edificios, independientes y a la vez complementarios, conforman este nuevo conjunto arquitectónico y cultural ubicado en el entorno de la ría de Avilés. El más emblemático es quizá, la espectacular Cúpula blanca, un espacio expositivo de tres pisos y 4.000 metros cuadrados que ha supuesto todo un desafío constructivo. En él, el piso intermedio se ha diseñado de forma que cubriera buena parte de la gran sala, creando diferentes niveles que dan un aspecto más ligero y cambiante al interior del edificio, en contraste con la simplicidad exterior de la cúpula proyectada. Una escalera en espiral, dentro del museo, conecta este espacio de silencios y contemplación con otras instalaciones de luz y sonido.

En el Auditorio, con un aforo para 2.000 espectadores, Niemeyer se decidió por una solución ya utilizada en Brasil “con mayor o menor éxito (según sus palabras)”, en la que el escenario se abre también hacia la plaza, sobre el público. En las noches de verano, el espectáculo estará asegurado simplemente gracias al tratamiento de la iluminación sobre el escenario.

Foto de José Luis Castro

La Plaza es otro de los espacios del complejo, pensada para acoger actividades de carácter cultural y lúdico. Este espacio abierto está concebido como un nexo de unión entre el propio Centro Niemeyer y la renovada ciudad industrial de Avilés. Su importancia es vital, ya que Niemeyer proyectó el centro pensando en el ir y venir de las gentes por sus espacios.

La Torre, por su parte, supone un mirador panorámico sobre la ría de Avilés. Tiene 13 metros de altura y está equipada con un restaurante y una coctelería.

Foto de José Luis Castro

Por último, el Edificio polivalente anexo alberga el Film Centre, varias salas para reuniones y conferencias y espacios destinados a ensayar. Tratado como un bloque de vidrio sobre pilotes, aporta la simplicidad y flexibilidad interna que procuró el arquitecto desde el primer momento.

Foto de Nardo Villaboy

Historia del proyecto

El hoy ya centenario arquitecto brasileño recibió en 1989 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. En 2006, cuando los galardones celebraban su primer cuarto de siglo de existencia, la Fundación Príncipe de Asturias contactó con todos los premiados para que, de alguna manera, se sumaran a los actos del 25 aniversario. “Yo soy arquitecto y, por tanto, lo que sé hacer son diseños de edificios, y eso es lo que voy a hacer, diseñar un edificio”, dijo Niemeyer en su día, con 99 años. Y así, sobre un papel en blanco, comenzó a trazar curvas para ofrecer a los asturianos el mejor de los regalos posibles.

La primera piedra se colocó en abril de 2008. Su inauguración oficial, el pasado 25 de marzo, ha supuesto que el centro comenzase a poner en práctica su filosofía, con actividades culturales (música, teatro, exposiciones, conferencias,…) a nivel internacional, todo un sueño hecho realidad de educación, cultura y paz.

Ahora, “el Niemeyer”, como se le conoce ya popularmente, forma ya parte indiscutible del skyline avilés y desea ser un catalizador de la vida cultural y social de toda la comunidad asturiana. Así, es una puerta abierta a todas las artes y manifestaciones culturales. La música, el cine, el teatro, la danza, las exposiciones, la gastronomía o la palabra son los protagonistas de su programación cultural multidisciplinar.

De la misma manera que actúa de nexo de unión entre la ciudad y el mar, el Niemeyer quiere ser también un referente para Iberoamérica y un puente entre orillas.

La filosofía de su arquitecto:

“No es la línea recta la que me atrae, dura, inflexible, creada por el hombre. La que me atrae es la curva libre y sensual. La curva que encuentro en las montañas de mi país, en la sinuosidad de sus ríos, en las nubes del cielo y en las olas del mar. De curvas está hecho el universo, el universo curvo de Einstein”.

Seguidor y gran promotor de las ideas de Le Corbusier, Óscar Niemeyer está considerado uno de los personajes más influyentes de la arquitectura moderna internacional. Fue pionero en la exploración de las posibilidades constructivas y plásticas del hormigón armado. Suyos son el Congreso Nacional y la famosa catedral de Brasilia, y los más recientes edificios del Museo Nacional y la Biblioteca Nacional de la misma ciudad. El Casino de Funchal (Portugal), el Museo de Arte Contemporáneo de Niteró y el Museo Oscar Niemeyer de Curitiba, ambos en Brasil.

Fotografías de José Luis Castro, Ángel Navarrete y Nardo Villaboy, facilitadas por el Centro Niemeyer.

Centro Niemeyer
Av del Zinc.
33400 Avilés
www.centroniemeyer.org

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