Si, nosotros también usamos cookies. Esas cosas con nombre de "galletita" que ayudan a que tu navegación sea más personalizada. Cierra este mensaje y nos darás tu permiso para seguir utilizándolas. Y seguirás disfrutando de diarioDESIGN como siempre.

Feliz viaje por nuestra web Cerrar

Una “perla negra” en Rotterdam, por Zecc arquitectos y estudio Rolf.

La reconstrucción de esta casa-taller de Rotterdam ha generado un espectáculo arquitectónico en el que se experimenta con el tiempo y el espacio. Su fachada centenaria ha sido completamente pintada en aceite negro brillante. Sus tradicionales ladrillos, los marcos de ventana y el cristal de la fachada son ahora de este color. La sugerente transformación exterior es obra de Zecc Architecten, mientras que el diseño interior, en un claro contrapunto, está firmada por Rolf Studio. Una casa cuyo aspecto pregona una forma totalmente diferente de vivir y trabajar.
La casa, que llevaba 30 años deshabitada, se encuentra en el sur de Rotterdam, una zona marginal ahora en pleno proceso de recuperación. Las nuevas carpinterías metálicas sobresalen en algunos puntos, aportando un fuerte contraste con el negro de la fachada. Las ventanas se han colocado en relación a los planos de las nuevas plantas. Debido a esta ubicación, la fachada original y la nueva “interpretación” del interior establecen un productivo diálogo.

Al igual que en la fachada quedan las huellas del pasado, éstas también son intencionadamente visibles en el nuevo proyecto interior. En él los muros revelan un pasamanos de edad, como los agujeros que han dejado las vigas una vez retiradas del piso original. Este nuevo hogar, de 100 años de edad, luce ahora una traje completamente diferente.

La distribución tradicional en forma de múltiples cámaras ha desaparecido. El nuevo interior de la vivienda es ahora como un gran elemento escultórico, un espacio continuo que deja a la vista las cuatro paredes del edificio histórico. Huecos, escaleras y grandes perspectivas protagonizan el nuevo interior. Se han suprimido las escaleras, barandillas y puertas innecesarias, lo que provoca un alto grado de abstracción espacial.

El interior es ahora un gran espacio de comunicación. La parte central la ocupa una construcción de listones de madera que constituye un elemento escultórico que también funciona como espacio de utilidad para el cableado y las tuberías.

El nivel inferior de la casa acoge un gran taller en el interior y un jardín de bambú en el exterior. Por encima de éste se encuentran visualmente conectadas y abiertas, las funciones de sala de estar, cocina, comedor, dormitorio, dormir, un cuarto de baño y un armario-vestidor. En el nivel superior, el techo de tejas ha sido eliminado para dar paso a un invernadero. Las plantas sin embargo, ocupan la terraza al aire libre, mientras que en el invernadero dispone de un jacuzzi que ofrece unas vistas impresionantes de Rotterdam, mientras se toma un baño».

En definitiva, la zona sur de Rotterdam alberga una “perla de color negro” (Black Pearl es el nombre dado a este proyecto) con esta nueva casa-workshop. Las síntesis de una forma de trabajar de la que dicen sus propios arquitectos: “La fuerza de un árbol es igual a la profundidad de sus raíces. Nuestra arquitectura es la misma. Zecc planifica sus obras a partir de tres principios: lo que construimos es funcional, sostenible y compromete a todos los sentidos al mismo tiempo. Unir estos tres principios en una misma tesis a menudo parece una misión imposible. Sin embargo, este es el núcleo o la fuerza de Zecc. Nosotros lo llamamos tierra Arquitectura. Arquitectura con una base sólida. Con raíces profundas”.

Fotógrafofías de Frank Hanswijk

Artículos relacionados

De Riken Yamamoto a Philip Johnson: ¿qué hay detrás de los Premios Pritzker?

godella-valencia-sanchis-diariodesign-portada

Un estudio para dos sobre baldosas de barro

7 estudios creativos de Valencia para tener en el radar

Diseño y color: hablamos con Christoph Brach sobre el viaje creativo que hay detrás de Raw Color