El fin del ladrillo.
Estructuras urbanas menos invasivas visualmente, más resistentes y que no necesitan mantenimiento. Es el futuro de la construcción que, gracias a los materiales compuestos, se está convirtiendo en presente. Las fibras y los plásticos sustituyen al hormigón y al acero en los cimientos de unas obras civiles cada vez más sostenibles.
Visto en La Razón