Into the woods, un apartamento multidireccional en Génova.
«Originalmente, la casa se caracterizaba por el largo pasillo que la recorría», explican los arquitectos. Una circulación unidireccional, con acceso a las distintas estancias situadas a ambos lados, que ellos deciden modificar. Eliminando la mitad del corredor original, introducen un gran mueble en forma de cruz. Se genera así una segunda dirección que ayuda a ordenar la planta.
Un gran mueble en forma de cruz
Desde la calle se accede directamente a una sala diáfana que alberga el estar, el comedor y la cocina. Ordenando el espacio, el nuevo mueble incorpora una escalera que conecta la sala de estar con la planta alta. El hueco bajo ella se utiliza como banco improvisado y base para la televisión.
El lado opuesto se ha reservado para el comedor y la cocina, con los cabinets colgados de uno de los brazos menores de la cruz.
El ala perpendicular, y que transcurre a lo largo del pasillo, alberga el armario principal y las estanterías. Las puertas de entrada a la habitación secundaria y el estudio se han diseñado ocultas en este gran mueble. Frente a ellas, el baño secundario ocupa el espacio originalmente reservado para el trastero.
Paleta reducida de colores y materiales
Para la intervención, los arquitectos han optado por una reducida paleta de colores y materiales. Tablones de madera gris para el pavimento de la sala de estar, el pasillo, el dormitorio principal y su baño; y microcemento gris en la cocina y el resto de estancias. El toque más novedoso lo aporta el color azul en algunas de las paredes más significativas del espacio.
En esta reforma integral, los muebles están hechos y fabricados a mano, de roble natural y paneles tintados de madera de densidad media.
Fotografía: Anna Positano