Tradición eslovaca y construcción contemporánea en Bratislava.
Reducir la huella ecológica y el derroche de energía han sido, aparte del presupuesto, las claves desde las que diseñar una casa inspirada en la arquitectura popular tradicional, en la que lo más grande no es siempre mejor y la naturaleza no es algo contra lo que luchar sino en lo que integrarse. Empleando materiales locales -madera, paja y arcilla, fácilmente disponibles- se ha desarrollado una edificación situada optimizando el terreno y en la que destacan ventanas más bien pequeñas y sobre todo, un porche o gánok que garantiza el contacto con el ambiente exterior, incluso en invierno o durante el mal tiempo.
El interior se organiza mediante un esquema de tres habitaciones tradicionales. Una «caja de servicios» central realizada en madera contrachapada comprende un cuarto de baño, aseo, escaleras, espacio de almacenamiento y la cocina integrada en su interior.
El espacio restante, que queda alrededor y por encima de la caja, comprende el salón, el dormitorio principal y el ático. La superficie modesta de la sala de estar se ve compensada por un muro cortina enorme orientado hacia el norte, que extiende, literalmente, la zona interior hacia el jardín.
La habitación y el área de estudio en la parte superior de la caja de madera se iluminan mediante lucernarios en el tejado.
La casa está construida con paneles estructurales aislados (SIP) de chapas OSB, intercaladas en torno a un núcleo de espuma de poliestireno. El suelo de hormigón masivo se utiliza para la calefacción y el almacenamiento de energía térmica.