CCS convierte los concesionarios Tesla en boutiques futuristas del motor.
Un nuevo coche requiere un nuevo espacio, y CCS Architecture ha decidido reorientar el modelo de concesionario clásico para convertirlo en una auténtica boutique para la firma Tesla Motors, especializada en coches eléctricos de alta gama.
La industria del motor está cambiando. Primero fueron los biocombustibles, ahora los coches eléctricos. Adiós a la imagen del mecánico con mono manchado y un trapo limpiándose las manos. Esta nueva gama de automóviles ya no requiere los mismos espacios que el clásico taller. No hay humo nocivo, no hay charco de aceite o gasolina, y tampoco un motor ruidoso.
A primera vista, no difiere de las construcciones típicas que podemos encontrar en Los Ángeles (EEUU), pero los clientes -y los transeúntes de Santa Mónica Boulevard- que se acerquen a este concesionario de automóviles serán participes de una experiencia novedosa; un espacio en el que unifica la sala de exhibición y las áreas de servicio, haciendo que la atención sea totalmente transparente.
Una nueva concepción de taller y exposición de venta en la que el mecánico de Tesla se convierte en una especie de chef con la cocina abierta, un espacio en el que no hay nada que ocultar y sí mucho que enseñar.
Volúmenes diáfanos, iluminación ambiental y decorativa, fuerza de color y espacio, mucho espacio. Al este de la Interestatal 405, Tesla Motors ha abierto el buque insignia de su nueva red de concesionarios; una especie de boutique de alta gama o, si lo prefieren, una galería de arte en la que los coches actúan como esculturas, en un entorno en el que prima la exquisitez en el trato y la tecnología más innovadora.