Madera y mármol para esta vivienda centenaria en San Sebastián.
El estudio de arquitectura vasco Ortega Diago ha transformado una vivienda de 90 m2 situada en la parte vieja de San Sebastián. El proyecto resultante de la reforma destaca por contar con estancias abiertas y funcionales en las que prima la continuidad espacial y material.
Actuar en un edificio histórico
Intervenir en arquitecturas existentes siempre es un procedimiento complejo: seguramente para algunos la opción más fácil sea hacer tábula rasa con lo existente. Más allá de esta aparente operatividad funcional, existen elementos que deben preservarse por el valor patrimonial, histórico y estético que poseen. Por ello, la actuación en un edificio que cuente con más de cien años de historia debería respetar los materiales tradicionales, los métodos de construcción y las características esenciales del inmueble.
En este contexto, las reformas deberían tener como único objetivo mejorar el interior para lograr unas óptimas condiciones de habitabilidad en la vivienda. Esto no tiene que ver únicamente con actuar sobre los aspectos estéticos. Más bien, con el hecho de conseguir los estándares actuales en eficiencia energética, confort y seguridad.
Un proyecto que aúna todo lo anterior, sin perder la esencia arquitectónica del conjunto, es esta vivienda situada en el casco viejo de San Sebastián diseñada por el estudio de arquitectura Ortega Diago. Se trata de una casa de 90 m2 que se apoya en la estructura existente del inmueble —vigas y pilares que forman pórticos— para organizar el espacio y proponer una nueva narrativa interior.
Tres zonas diferenciadas organizan el espacio
Funcionalmente la vivienda se distribuye en tres zonas que se corresponden a la estructura existente anteriormente descrita. De este modo, la primera —en contacto directo con la fachada principal— aloja el salón y la cocina. La segunda zona corresponde a la fachada trasera y está compuesta por los dos dormitorios. Por último, en el espacio intermedio se ubican las estancias servidoras de la casa.
Continuidad material
Uno de los elementos clave en este proyecto ha sido la elección de los materiales que configuran los paramentos de la vivienda. Se trata de revestimientos nobles (madera, mármol y pórfido) que cumplen una doble función estética y espacial.
La belleza material se combina con una potente paleta de colores en verde y rojo que hace de los baños los protagonistas indiscutibles de la vivienda. Además, la función espacial implícita en dichos revestimientos se traduce en la capacidad de éstos para separar ambientes sin necesidad de elementos verticales adicionales.
Fotografía: David Zarzoso