Especies de Espacios: un montaje de premio.
La obra de Georges Perec daba título a esta muestra concebida a la manera de un edificio fragmentado espacialmente. La exposición reunía una selección de obras escogidas por su capacidad de remitir a las áreas en las que actuamos, somos, nos movemos, pensamos y vivimos. Es decir, a unos espacios que, vistos a través de los ojos de un artista, nos aproximan al significado que pudieran tener para nosotros a través de producciones específicas, de obras pertenecientes a la colección del museo u otras que, por razones de diversa índole, se nos antojan como el contrapunto ideal para forzar a la imaginación a buscar lo que mejor defina el modo en que los usamos.
A partir de estos conceptos realizó su intervención el estudio de arquitectura MAIO: una serie de habitaciones cuadradas, de 4,8×4,8 m, de dimensiones idénticas que definen y organizan una serie de obras a lo largo del espacio expositivo.
Esta distribución crea una red de salas en contraste con los espacios circulares del edificio de Richard Meier. El segundo piso del MACBA se convirtió por tanto en un espacio doméstico con las obras de arte colocadas a lo largo de las habitaciones, de manera laberíntica.
Algunas ventanas se colocaron estratégicamente comunicando las habitaciones entre ellas. Las paredes se pintaron en un color rosa sutil, que disminuía en gradiente hacia el blanco según el recorrido se acercaba al extremo de la sala.
Este diseño resume la idea de Perec de lo normal, usando un sistema de pared seca en la que los montantes de acero quedan a la vista en las puertas situadas en las esquinas de las habitaciones. Sin duda, una distribución de premio.