Habitación efímera El Hedonista. Placer y egoísmo temporal por 250€.
Hotel ShabbyShabby fue una exposición comisariada por Raumlaborberlin en colaboración con el festival y consistió en el diseño y la construcción de 20 habitaciones de hotel temporales ubicadas en espacios públicos inesperados de Mannheim, con el objeto de proporcionar una experiencia única a sus huéspedes. Las habitaciones tenían que construirse sólo con materiales reciclados, reutilizados o reciclables y su presupuesto no podía ser superior a 250 €.
Todas las habitaciones se construyeron durante un taller situado frente al Teatro Nacional de Mannheim y posteriormente fueron transportadas a sus respectivos emplazamientos. El Hedonista fue una de las más exitosas, y se situó en Neckarspitze, que es el punto exacto donde convergen los ríos Rin y Neckar, un enclave con unas increíbles vistas panorámicas a 360º, que combinan naturaleza idílica, luces industriales nocturnas y grandes barcos que pasan.
Al igual que la aparente paradoja espacial de este lugar, la definición de hedonismo tiene dos interpretaciones opuestas pero de alguna manera complementarias: aunque está filosóficamente asociada con el placer y la felicidad suprema en la vida humana, su sentido popular puede ser peyorativo y relacionado con la búsqueda egoísta de la satisfacción momentánea y de la lujuria.
La instalación traduce esta dicotomía transformando sus atributos espaciales con respecto a los modelos hedonistas del usuario. Se adapta a él, a su interpretación de la felicidad o, simplemente, a un estado transitorio de su mente, como el hecho de despertar rodeado de unas hermosas vistas panorámicas de un paisaje natural, o tras haber pasado una noche excitante.
En su construcción se han combinado diferentes materiales y técnicas (madera, acero y PVC). La estructura principal está compuesta por vigas de madera y puntales de acero arriostrados por cables también de acero.
Las vigas soportan el suelo y el techo, ambos realizados con euro-pallets. Todos los elementos estructurales se dispusieron fuera de la habitación, consiguiendo de esta manera un espacio interior diáfano y transparente.
Una linterna roja transforma la habitación en un espacio intrigante, que alude a placeres ocultos. Igualmente, una cortina blanca translúcida puede mostrar u ocultar el interior de la habitación, dependiendo de la intensidad de la luz (ya sea de día o de noche, o con luces artificiales encendidas o apagadas).
El Hedonista refleja así el bien o el mal, el blanco o el rojo, la opacidad o la transparencia, la timidez o el exhibicionismo. Es un espacio en el que uno puede aislarse y encerrarse en sí mismo o exhibirse con orgullo. Ofrece el placer de estar solo o la alegría de la ostentación, el deleite de una cama confortable o la excitación de una noche compartida.
Fotografías: Miguel C. Tavares and Rui M. Vieira