Arquitectura rural: Ábaton transforma un establo de Extremadura en una contemporánea casa familiar.
De todos modos, tampoco era necesaria una gran intervención pues tras estudiar la orientación del establo y la tipología del entorno, el equipo de Ábaton se dio cuenta de que se trataba de una edificación “más inteligente de lo que a simple vista podía parecer”.
El trabajo, pues, ha consistido en construir un gran espacio central destinado al salón y la cocina, alrededor del cual se sitúan el resto de estancias de la casa.
La fachada se ha abierto norte-sur para aumentar las vistas con el exterior, logrando una mayor conexión entre la vivienda y la naturaleza.
También se han abierto grandes ventanales en las fachadas laterales. La apertura afecta a las dos plantas en las que se divide la casa, si bien en la planta baja el ventanal también sirve de acceso al exterior.
Por otra parte se ha aligerado el interior de la vivienda sustituyendo los muros de carga por pilares metálicos.
Piedra, cemento, hierro y vidrio son los materiales básicos utilizados. Se ha respetado la estructura de piedra original (con cubierta de tejas) y se ha empleado piedra en elementos decorativos como el lavabo del baño principal.
El hierro se ha utilizado para los pilares y el acceso que comunica las estancias de la segunda planta. Para la escalera, sin embargo, han recurrido al mármol.
El cemento, por su parte, se ha dejado a la vista en algunas zonas de la casa así como en las paredes del baño principal.
También destaca la madera, protagonista en parte de los cerramientos y el techo, y en la mayoría de los muebles. Batavia, la firma con la que colabora Ábaton habitualmente, se ha encargado del mobiliario.
El blanco de las paredes, el gris del cemento y la piedra, y la suavidad de la madera logran como resultado final un espacio relajado y luminoso, donde los diseños más actuales conviven con piezas de mobiliario de estilo más rústico.
En el apartado técnico, dado que el establo carecía de suministro de electricidad y agua corriente, Ábaton ha diseñado un sistema de paneles solares con acumuladores y turbinas, que aprovechan el cauce de dos arroyos cercanos para nutrir de corriente eléctrica a los acumuladores en invierno.
En el exterior, se ha destinado una de las terrazas de cultivo a una piscina que también sirve de riego para los pastos. Para el paisajismo del jardín se ha respetado el terreno original.
El patio interior se ha reservado para albergar una fuente donde el agua brota de una roca, contribuyendo a refrescar la vivienda en los meses más cálidos.
Fotografías: Belén Imaz
No te pierdas el video donde los propios arquitectos explican la casa: