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Gemma Figueras
10 noviembre 2010

La casa es la montaña: un proyecto en Japón de Eastern Design Office.

Este edificio acoge las oficinas de una prestigiosa marca de zapatillas japonesas, Dragon Beard, y también, una vivienda. Se ubica en un exclusivo barrio residencial de Takarazuka, Japón, lo que ofrece una privilegiada perspectiva de la bahía de Osaka. Los arquitectos de Eastern Design Office la han dotado de elegantes y futuristas formas para, precisamente, diluirla en la montaña.
La casa, proyectada por el equipo de arquitectos Eastern Design Office, se ha construido en la ladera de una colina a 330 metros de altitud, en una pendiente de 18 grados de inclinación. Ello facilita que la diferencia entre los diferentes niveles de la casa sea de 8 metros. De ella dicen sus arquitectos, “ésta es una pendiente en la cual la arquitectura se diluye. La arquitectura de la casa es la montaña». El objetivo era dar forma a la montaña estructuralmente, que las personas que habitan la casa sintieran el flujo ininterrumpido de las curvas que definen la montaña. En esta “pérdida de la topografía”, la arquitectura no se asienta en un sitio donde se ha aplanado la pendiente. Al contrario, el ángulo de la pendiente se incrementa gracias a dos montículos entre los que se ha construido un espacio vivo.

Aprovechando la propia pendiente, los arquitectos han podido aprovechar el calor de la tierra y obtener la sensación de que la casa “vuela como un pájaro”. Todas las partes del edificio están cerca de la tierra. Para aprovechar la geotermia del terreno, a la planta baja que acoge la vivienda se le ha dado un tratamiento más privado, por lo que gracias al desnivel constructivo, de ocho metros de altura (más alto que un edificio de dos pisos), ésta resulta invisible desde el acceso por la carretera superior. Esta planta está apoyada en una capa de roca de 1,5 metros por debajo de la superficie del suelo.

En el caso del segundo objetivo, los arquitectos han planificado el piso superior, el que alberga las oficinas de la marca Dragon Beard, en forma de ondas para “flotar” por encima de las montañas y el paisaje. Una terraza de 18 metros de largo permite observar el mar y una cadena de montañas que se encuentran a 60 km de distancia. Al estar de pie en la terraza, la intención de los arquitectos era conseguir la sensación de estar en una cubierta de un barco. Ello permite observar todo el skyline del Golfo de Osaka, el puerto de Kobe, el aeropuerto de Kansai, el aeropuerto de Itami y una amplia perspectiva de sus montañas. Ello es posible gracias a al aprovechamiento de la inclinación original de la parcela, que definía un ángulo de 18 grados.

La casa se ha diseñado en forma de L, una forma que facilita que el borde sobresalga de la pendiente; diferentes tipos de aleros han sido ejecutados en medio de las formas curvilíneas de la topografía para no ser “vencidos” por ella. La estructura de la planta superior es de acero mientras que la de la planta baja es de hormigón armado.

En la planta superior, las columnas arquitectónicas y las paredes se han diseñado para hacerse visibles. En el interior, las ventanas y aberturas se han situado estratégicamente a modo de ranuras horizontales cuyas curvas se corresponden con las propias de las montañas. Una fantasía de curvas que aparecen repetidas una y otra vez. El acceso a la casa desde la carretera norte permite vislumbrar una abertura 14 metros de ancho y 3 de alto que ya ofrece unas magníficas vistas.

Los pisos superior e inferior, que se utilizan de diferentes maneras están delimitados por dos aleros formados por una delgada placa de hierro de 9 mm de espesor: uno de ellos, de 14 metros de longitud, se ubica en la planta superior; el otro, de 16,5 metros, en la planta baja. La presencia de estos dos aleros acentúa la horizontalidad de la vivienda. Como consecuencia, nos permite olvidar que la casa se ubica en un sitio con tanta pendiente.

Como revestimiento, se ha optado por una capa de pintura blanca mezclada con azul. Esa tonalidad, más acorde con el azul del cielo, es también idónea para reflejar la luz de los fragmentos de mármol esparcidos en la materia prima que conforma la casa.

Ficha técnica

Arquitectos: Eastern Design Office
Ubicación: Takarazuka, Prefectura de Hyogo, Japón
Cliente: American Club International CO, LTD
Superficie total: 711,46 ㎡
Superficie construida: 361,84 ㎡
Contratista: Fukasaka Co., Ltd
Fotógrafo: Torimura Koichi

Más sobre los arquitectos

Eastern Design Office, formada por la colaboración entre Anna Nakamura y Jinno Taiyo, es una firma con sede en Kyoto, Japón. La empresa fue fundada en 2003, y desde entonces ha recibido varios premios en concursos internacionales. Sus proyectos no se limitan a la planificación urbana , diseño de la arquitectura comercial y residencial. Los arquitectos de Eastern poseen un notable sentido de escala. «Sus diseños arquitectónicos se caracterizan por desarrollar un alto nivel de libertad y sentido artístico. Les gusta trazar aberturas en forma de curvas en la superficie de sus edificios residenciales. Los arquitectos de Eastern aportan una sensibilidad plástica extraordinaria, basada en la tradición japonesa de construir un mundo original y distinguido, a una arquitectura que mantiene su sentido de escala.

Más información y fotografía en www.eastern.e-arc.jp

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