Villa Widlund, situada en la costa oeste de la isla sueca de Öland, en el mar Báltico, es una casa vacacional pensada para abrirse a la luz, el espacio y el mar que le rodea.
Diseñada a modo de caja de hormigón blanco «encorsetada» en el medio, la pared queda un poco cortada y forma peculiares ángulos en el techo. De esta forma, los arquitectos Claesson Koivisto Rune le otorgan su propia dirección y carácter, además de marcar la diferencia entre la parte privada de la casa, donde se encuentran situados los dormitorios y es de menor altura, y las partes comunes, de doble altura.
El sorprendente material de construcción utilizado es panel prefabricado de hormigón, que no es quizá la opción más común para una casa privada en esta escala, pero era ideal para lograr la máxima precisión en las tolerancias de fabricación y el color / acabado. Además, se ha optado por mantener el acabado natural, blanco sólido, que le da un espectacular brillo a la luz del sol.
El diseño interior mantiene la estructura del exterior. Espacios blancos diáfanos tratan de dar la máxima importancia a la luz que entra en todos los rincones, y el mobiliario de corte clásico escandinavo es el protagonista.
Fotografías: Åke E:son Lindman
Más sobre Claesson Koivisto Rune en diarioDESIGN.
Temas relacionados
DESCUBRE

Arquitectura
Este proyecto recupera una casa de pueblo desde el respeto y la memoria

Arquitectura
Habitar la ruina: la transformación de una casa de los años 60 que ha sabido conservar sus cicatrices

Arquitectura
No edificar más, sino mejor: dos viviendas en Mallorca construidas desde la memoria

Arquitectura