Esta vivienda diseñada por el equipo de Espais Anna Marsal es un remanso de calma, paz y armonía. El perfecto equilibrio entre materialidad, luz y color se ubica en Igualada y cuenta con más de 150m2.
Aires minimalistas
Anna Marsal ha proyectado una vivienda de atmósfera cálida y tranquila, en la que los materiales conviven en total armonía. En sus más de 150 m2, conviven estética y funcionalidad, ambientes cálidos y atemporales.
Un piso que respira aires minimalistas, donde la madera de roble aparece como hilo conductor y se combina con colores neutros y materiales naturales. De esta forma, se consigue una gran sensación de amplitud y luminosidad.
Diferentes ambientes
Antes de la reforma, la vivienda contaba con una distribución muy compartimentada que impedía la entrada de luz natural. Cuando Anna Marsal comenzó a dibujar el proyecto, supo que este era el mayor reto al que se enfrentaba. Un piso de planta cuadrada que evocara una atmósfera muy luminosa.
Para ello, se proyectan dos ambientes diferenciados: la zona de día con los espacios comunes, y la ‘zona opaca’ con los dormitorios y los baños.
En la zona de día se ubican un amplio salón con el comedor integrado, una cocina acristalada y una preciosa terraza. Espacios creados para vivirlos al máximo y disfrutar de la luz natural.
Los grandes ventanales del salón y la puerta acristalada de la cocina introducen luz natural en la zona común de la vivienda. Además, esta puerta de cuatro hojas combina el cristal con amables formas geométricas en roble que dan al espacio un aire elegante y contemporáneo. Una interesante solución que permite abrir la cocina al comedor o mantenerla separada, sin perder la cohesión entre las diferentes estancias.
Un espacioso distribuidor conecta con la zona opaca a través de unas discretas puertas correderas. Tras ellas, se encuentran el dormitorio principal con vestidor y baño en suite; dos dormitorios infantiles; y dos baños. Así, este sistema de distribución dota de gran intimidad a esta área y mantiene un discurso continuista con el resto de la casa a través de la materialidad, el color y el uso de la madera.
Un discurso que se extiende hasta los dos baños, donde se ha combinado el revestimiento cerámico con el mobiliario y los detalles en madera.
Mobiliario a medida
El mobiliario es el gran protagonista del interiorismo y se ha priorizado el almacenaje. La pared frontal del salón está vestida por una estantería a medida, lacada en blanco y panelada en roble. En ella, se integra una chimenea de bioetanol y un amplio y funcional mueble de televisión. Este se prolonga hasta cerrar el espacio con una celosía de madera que le otorga privacidad.
Además, el salón cuenta con una gran librería práctica y decorativa. Un mueble de roble diseñado ad hoc que combina estantes abiertos en la parte superior con almacenaje en la inferior.
El comedor se ha creado como el punto de encuentro de la vivienda. Una amplia mesa ovalada lo dota de gran fluidez y lo convierte en el espacio perfecto para celebrar reuniones familiares o con los amigos.
La cocina ha sido totalmente realizada a medida y se han proyectado dos zonas dentro de la misma. La primera está pensada para un desayuno rápido, con un mueble que integra todos los electrodomésticos y una barra extensible. La segunda, destinada al cocinado, tiene forma de L. En tonos beis y blancos, esta zona refleja la armonía del resto de la vivienda.
Un proyecto con la estética atemporal, sobria y artesanal de Espais Anna Marsal.
Fotografías: Mercè Gost
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