Entre las paredes del Studio Shito, en el corazón del barrio de Gràcia, hay una luz que inunda todos los detalles que dan forma a una arquitectura que se salta las reglas. Marta Salvadó y Dasha Vaimberg sacaron adelante un proyecto lleno de libertad conformado por un abanico infinito de posibilidades. El arte de la proyección que estas dos jóvenes plantean se basa en combinar los diferentes formatos en que la arquitectura puede existir, un concepto único en su especie. Pasen y lean.
“Shito significa hoja en japonés. Lo elegimos a modo de metáfora sobre la hoja en blanco que se presenta a la hora de empezar a crear y es un concepto que hace alusión al momento en el que ambas le dimos forma al proyecto que queríamos llevar acabo una vez terminada la carrera. Estábamos en Francia realizando un workshop en Domaine de Boisbouchet y se nos abrió la mente: por primera vez habíamos creado un espacio y le habíamos dado forma con nuestras propias manos. Era una casa en el árbol y la construimos con hojas de bambú y ramas, entre otros elementos. Desde ahí nació el estudio, un pequeño oasis donde se equilibra lo que buscamos: tener una vida plena y trabajar la arquitectura a diferentes escalas, abarcando disciplinas distintas”.
La semana que viene podréis leer su entrevista completa!
Entrevista, fotografía y textos equipo Slowkind
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