Tan sólo 53 m2, una pareja joven y una planta superior de un edificio de 1910 fragmentada en cinco estancias, «no muy bien distribuida». Ése fue el reto al que se enfrentaron Gracia Amandi y Jorge de Uña, cabezas visibles de u+a arquitectura, que han creado una acogedora vivienda en Vigo tras llevar a cabo un vaciado completo del interior.
Así apareció un nuevo espacio, una estructura original de vigas de madera, cuya conservación se convirtió en objetivo y referencia de toda la intervención.
Un cubo de madera con tres de sus lados libres, concebido como un elemento más del mobiliario sobre el que gira todo el piso, alberga el frente de cocina, el aseo, lavadero, la zona de lavabos y ducha y un pequeño armario. Construido en madera de arce, quiere ser un guiño a la pasión del propietario por las guitarras españolas, construidas en su mayor parte de este material.
Un cuerpo protagonista para una rehabilitación minimalista y sin estridencias, en la que ha sido clave mantener la referencia al pasado, recuperando elementos y sistemas constructivos que mantienen su utilidad con el paso del tiempo: tabiquerías ligeras, contraventanas, puerta de entrada, forjado de madera, nuevas tablas para el suelo… En palabras de los arquitectos, «descubrir lo que ya existe situándolo en un nuevo contexto temporal pero manteniendo su esencia e historia».
Fotografía: Santos-Díez y BISimages
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