Amor a primera vista: eso sintió el interiorista Nacho Polo al descubrir esta casa construida en 1925 y prácticamente destruida en la exclusiva North Bay Road de Miami Beach.
El espacio abandonado y parcialmente arrasado por años de abandono y soportando los huracanes típicos de la zona, ha sido transformado completamente, principalmente por el uso casi abusivo del color blanco característico del diseñador, y con un toque tropical que hace un guiño a la zona.
La alternancia de acabados al detalle y maderas recuperadas en blanco es otro de los rasgos distintivos, ejemplificado en el baño en que incluso algunas de las cañerías se han dejado vistas.
Elegancia y simplicidad han sido las claves para elegir los muebles, entre los que destacan piezas de Carl Hansen, Porro o Santa & Cole firmadas por Eero Koivisto, Piero Lissoni, Marcel Wanders, Achille Castiglioni y Verner Panton. Entre ellos nos quedamos con la silla Wishbone de Hans Wegner, personalizada con un acabado dorado, y la bicicleta Amsterdam de Electra.
Nacho Polo nació en Madrid y desde muy joven desarrolló una gran pasión por el arte. Pero el destino le llevó al mundo del diseño y el interiorismo, al que ahora se dedica profesionalmente. Tras trabajar como Director Creativo en una compañía europea de diseño, y más tarde en un despacho de arquitectura, Polo fundó en 2003 su propio estudio en Miami Beach (Florida), donde reside en la actualidad.
Más sobre Nacho Polo en diarioDESIGN.
Fotografías: Carlos Fernández y Nacho Polo
Temas relacionados
DESCUBRE

Arquitectura
No edificar más, sino mejor: dos viviendas en Mallorca construidas desde la memoria

Arquitectura
Reprogramar la oficina: el futuro del trabajo se diseña desde el espacio

Arquitectura
Casa Periscopio: la luz como materia en una vivienda en Mallorca

Arquitectura