Tovin Studios, un estudio de diseño situado en el estado de Nueva York, es la prueba de que lo industrial y lo sostenible andan cada día más unidos. El arquitecto Sebastian Quinn ha concebido un espacio que combina estos dos aspectos con un único objetivo: reducir el consumo energético y el presupuesto de la nueva sede de Tovin Design, la firma de diseño y consultoría especializada en muebles para el hogar.
Las intervenciones de este arquitecto asentado en Brooklyn parten de una “profunda comprensión del entorno, el presupuesto, el tiempo (de ejecución) y el lugar”. Blake Tovin, por su parte, quería reunir bajo el mismo techo las oficinas, el estudio y una galería donde exponer sus prototipos; así que para no disparar el presupuesto en un proyecto de estas dimensiones, Quinn optó por un espacio de estancias diáfanas y recurrió a materiales como el aluminio y el hormigón.
La sostenibilidad es otro de los pilares de los proyectos del arquitecto, de modo que Tovin Studios también debía serlo. Mezclar un ambiente industrial y recursos sostenibles no fue un problema porque, tal y como define Quinn su trabajo, “nos gusta desafiar las convenciones con materiales e investigación”.
De este modo el estudio se ubica en el interior del armazón de un antiguo almacén, una solución que requirió aperturas en el techo y las paredes para conseguir luz natural.
El exterior fue recubierto con acero desgastado, un material que se integra con el resto del vecindario y, al mismo, tiempo “introduce una estética fresca y atractiva”.
Inicialmente el armazón estaba compuesto simplemente por bloques de hormigón, lo que ofrecía una gran cantidad de espacio. En concreto 3.000 metros cuadrados.
Tras la intervención de Quinn el espacio ha quedado dividido en varias estancias a través de tabiques, estanterías y una estructura de aluminio y cristal.
El hormigón se ha respetado en los techos y en el suelo; mientras que el acero se ha empleado para las vigas y columnas. También han utilizado madera para revestir el alero de la cubierta.
En el apartado sostenible, el estudio no necesita luz artificial durante el día gracias a los grandes ventanales que se han abierto. En las aperturas del techo se han instalado unos monitores que, además de dejar pasar la luz, proporcionan una tercera parte de la calefacción del local a través del almacenamiento de energía. También como sistema de ventilación.
Los paneles han sido orientados para aprovechar el máximo de horas solares.
Tovin Studios
70 South Franklin Street Nyack, Nueva York blaketovin.com
Ficha técnica:
Arquitecto: Sebastian Quinn Building Workshop Ingeniería: Bernard Grossfield PE Superficie: 3000 metros cuadrados Presupuesto: 300.000 dólaresImágenes: Francois Dischinger
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