Frama Studio ha reformado The Stable House, una de las pocas villas del siglo XIX que aún se preservan en Copenhagen, manteniendo la herencia y la tradición de elementos básicos como la fachada, pero convirtiéndolo en una residencia totalmente contemporánea y moderna.
La tradición arquitectónica de los países nórdicos responde a las necesidades del momento en que fueron construidas, no solo teniendo en cuenta su uso sino también las duras condiciones atmosféricas de la zona. The Stable House es una villa danesa construida en 1878 por Georg Møller y originalmente se usaba como establo para los caballos que transportaban el agua desde los lagos más cercanos a la ciudad.

La mejor opción es combinar tradición y contemporaneidad
La villa ha sido remodelada por Frama Studio, que ha decidido homenajear las raíces y el valor histórico del edificio manteniendo la fachada tal y como fue construida en 1878, reformando solo el espacio interior. El resultado es una vivienda minimalista, acogedora y tranquila.

Este proyecto de reforma residencial evoca una sensación de ligereza y sencillez que se ha conseguido a partir de cuidar hasta el último detalle. La mayoría de los muebles están hechos a medida acorde con el espacio que ocupan. También cabe destacar las persianas giratorias de latón y el suelo de terrazo. Además, el somier de la cama está hecho de madera de abeto, aprovechando los materiales naturales propios de la zona.

Frama se ha encargado de implementar elementos personalizados que le dan el toque acogedor definitivo a la vivienda. En el interior, predominan los tonos blancos y grises, característicos de la decoración escandinava. Detalles de latón complementan las persianas y bordean las ventanas que ocupan la fachada.

Las inclinaciones del propio edificio y las vigas totalmente visibles evocan una sensación geométrica que dota la vivienda de estabilidad. En cuanto a los muebles, la mayoría son elegantes y de diseñadores escandinavos; incluso se puede encontrar una silla diseñada por el famoso arquitecto finlandés Alvar Aalto.

El estudio logra un delicado equilibrio entre lo nuevo y lo antiguo. Mantiene la herencia del edificio y la historia antigua que contiene, pero a la vez proyecta la reforma de la villa danesa desde un estilo minimalista y moderno.

Fotografía: Erik Lefvander
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