El Canal de Eilbek, en Hamburgo, destaca por la impresión de introversión que produce su nivel inferior al de la calle y sus amarres rodeados de vegetación densa. Además, su ubicación entre puentes enfatiza la imagen de un área tranquila e íntima.
Utilizando esa atmósfera, el estudio de arquitectura de Sprenger von der Lippe ha creado una casa-barco que se aprovecha del ambiente para establecer una conexión con el sector marítimo a través de materiales y construcción.
La clave del diseño está en la utilización para la planta baja (a nivel del agua) de un casco de barco, que a lo largo de los años ha sido procesado y recubierto con una pátina por el agua y que, dependiendo de su grado de exposición, se descompone en sus elementos constructivos.
Su estructura, consistente en marcos y planos, cobra vida a través de su interacción con los elementos, gracias a su profundidad, y sus aberturas que permiten que penetre la luz.
Fotografías: Meike Hansen, Archimage
DESCUBRE

Arquitectura
Este proyecto recupera una casa de pueblo desde el respeto y la memoria

Arquitectura
Habitar la ruina: la transformación de una casa de los años 60 que ha sabido conservar sus cicatrices

Arquitectura
No edificar más, sino mejor: dos viviendas en Mallorca construidas desde la memoria

Arquitectura