Un piso de estilo nórdico en el Chiado lisboeta.

Elena Minguela

17 abril 2019

La diseñadora de interiores Ligia Casanova firma la rehabilitación de un piso en el centro de Lisboa en el que el hygge es la clave.

El famoso barrio de Chiado de Lisboa es bohemio y tradicional. Popular y atractivo para el visitante, es uno de los puntos de interés de la capital de Portugal. Entorno perfecto para un piso de estilo nórdico en un edificio del siglo XVIII.

Un piso familiar

El piso ya había sido rehabilitado antes de la intervención llevada a cabo por Ligia Casanova, de acuerdo a las directrices de sus nuevos propietarios: una pareja joven con un bebé.

Por lo que el Atelier no realizó grandes cambios estructurales. Fomentar la luz, básica en una ciudad que vive mirando al río Tajo y el océano Atlántico. Y un salón que es el centro de la vida del piso de estilo nórdico. Con dos columnas entre las que se ha colocado una estantería. Una barrera estructural y no visual entre la zona de estar y la de comedor.

La inspiración escandinava y el hygge eran importantes para los nuevos ocupantes, que ya contaban con mobiliario de este estilo en su anterior casa. Además de tratar de sacar el máximo partido a la sala, creando dos y hasta tres ambientes distintos.

«Para el cliente era importante traer algunos detalles de la otra casa, como por ejemplo los papeles de pared, porque habían disfrutado bastante en la casa anterior», nos ha explicado Casanova. Así ha partido de un lienzo en blanco sobre el que crear el nuevo ambiente.

Para conseguir el apartamento de estilo nórdico, se ha poblado el interior de pequeños detalles llenos de encanto. Desde los ya comentados papeles de pared, hasta una serie de ilustraciones monocromáticas colgadas en un aparente desorden que resulta de lo más armonioso.

Sobre el blanco base, se han aplicado sutiles toques de madera. Más típicamente, en el mobiliario. Además de, de una manera más sorprendente, en la iluminación y otros objetos decorativos. Todo ello aporta un toque de calidez a orillas del Tajo. Se completa el cuadro con un toque amarillo, una original alfombra de patchwork gris y un puf de ganchillo.