La escuela suiza ECAL es uno de los centros educativos más prestigiosos del mundo, y su relevante papel es seguido desde siempre en diarioDESIGN. Bellas artes, fotografía, cine y diseño gráfico o industrial son algunas de las asignaturas que estudian sus 600 estudiantes, de más de 40 nacionalidades.
Se aloja en una antigua fábrica textil de los años 50, rehabilitada por Bernard Tschumi. El proyecto del conocido arquitecto franco-suizo conserva el espíritu industrial del edificio, sobre todo en el interior. Hoy conocemos la casa de l’ École Cantonale d’Art de Lausanne.
En el exterior de la escuela, los muros de fábrica se han cubierto con diferentes tipos de revestimientos metálicos, incluyendo una particular pantalla ondulada en la fachada principal. Pinceladas de colores primarios en el exterior transmiten la vinculación del edificio con la comunidad como centro cívico, haciéndose eco de su antiguo rol como corazón económico del vecindario.
Este código cromático se continúa en el interior, contribuyendo a identificar los espacios interiores y delimitando la circulación.
Para iluminar el vasto espacio interior -dividido en cuatro plantas del tamaño de un campo de fútbol– el arquitecto esculpió cuatro esbeltos pozos de luz en la estructura existente.
De esta forma, consiguió tejer nuevas relaciones espaciales y referencias visuales, que aportan al centro educativo una percepción de apertura y expansión. Pero tan necesarios como los espacios diáfanos que permiten la libertad de intercambios y la celebración de clases magistrales, son los ambientes más privados para grupos de trabajo pequeños.
USM Haller
Bernard Tsuchmi apostó por la versatilidad del mobiliario de USM Haller para combinar espacios abiertos con otros más íntimos en el proyecto de este centro educativo en Suiza. Los muebles escogidos permiten estructurar el espacio de forma funcional: por un lado ofrecen la opción de almacenamiento, mientras que su carácter modular permite crear volúmenes de diferentes alturas y longitudes que delimitan el espacio de forma flexible.
El acceso de la escuela se organiza a través de una gran sala de exposiciones de más de 60 metros de largo, salpicada de entradas de luz cenitales y escaleras que organiza la circulación. En ella, una escultural pieza realizada con elementos de USM que hace las veces de mostrador y archivador.
Igualmente, los espacios administrativos y las aulas para seminarios cuentan con muebles de esta marca suiza y las mesas de las clases magistrales también están realizadas con dicho sistema modular.
Dando continuidad al concepto arquitectónico, el mobiliario ejecutado en negro, blanco y gris perla, transmite una sensación de tranquilidad y contención.
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