La pureza y sensibilidad que caracterizan la arquitectura de Manuel Aires Mateus invaden el hotel Santa Clara 1728, situado en un edificio histórico del S. XVIII de la que es una de las plazas más románticas del emblemático barrio de Alfama, en Lisboa. Un privilegiado entorno, que rodeado de monumentos históricos permite a sus clientes sumergirse en la historia de la ciudad o relajarse en el jardín privado del hotel, convertido en un verdadero oasis de tranquilidad.
Con un profundo respeto por las preexistencias, el arquitecto portugués ha rehabilitado el edificio empleando materiales tradicionales normalmente utilizados en palacios, iglesias y monumentos de Lisboa, como la piedra caliza Lioz de Sintra, los suelos de madera de pino y los azulejos hechos a mano.
El hotel recibe a sus visitantes bajo un pórtico, en un espacio de gran altura libre, presidido por cómodos sofás sobre los que pende una enorme lámpara en forma de luna.
Junto a la entrada, el comedor se ha diseñado con una gran mesa de madera de roble de seis metros de largo, que especialmente diseñada para la ocasión puede dar asiento hasta a 20 personas. Una antigua pintura sobre una de las paredes confiere al espacio un carácter muy especial, en el que conviven épocas muy distintas.
Las seis suites disponibles se organizan en dos tipologías: la Suite Santa Clara, que con aproximadamente 70 metros cuadrados y capacidad para 2 adultos y 2 niños, o 3 adultos, consta de un dormitorio orientado al río, y salón y baño con vistas al jardín; y la Suite Tejo, que para dos adultos y con 50 metros cuadrados se distribuye en una habitación orientada al río, una sala de estar y un baño.
Todo el espacio interior ha sido decorado con un depurado mobiliario que tiene muy en cuenta la comodidad de los huéspedes, con amplias camas de B&B Italia/Maxalto diseñadas por Antonio Citterio, sofás de Living Divani y mesas de Carl Hansen & Son diseñadas por H.J. Wegner.
Generosas ventanas enmarcan privilegiadas vistas sobre Lisboa y su río, permitiendo que la luz natural bañe la mayoría de las estancias. Encargado de la iluminación artificial, Davide Groppi elegido para la ocasión algunas de sus mejores piezas, como Moon 120, Simbiosi, Neuro o Nulla, con las que logra generar atmósferas únicas, íntimas y acogedoras.
Muy amplios, los cuartos de baño contienen bañeras y lavabos hechos de piedra caliza Lioz. Su suave color y la combinación con otros materiales la madera de pino y los azulejos blancos, da lugar a una atmósfera cálida y armónica que genera bienestar.
Santa Clara 1728
Campo Santa Clara 128
1100-471 Lisboa, Portugal
santaclara1728.com
Temas relacionados
DESCUBRE

Arquitectura
Este proyecto recupera una casa de pueblo desde el respeto y la memoria

Arquitectura
Habitar la ruina: la transformación de una casa de los años 60 que ha sabido conservar sus cicatrices

Arquitectura
No edificar más, sino mejor: dos viviendas en Mallorca construidas desde la memoria

Arquitectura