El pasado 27 de noviembre se abrió al público la exposición La Herencia de Coderch en la tienda MINIM de Barcelona, que muestra su último e inédito proyecto llamado, precisamente ‘La Herencia’. Para la ocasión, el cineasta Poldo Pomés ha dirigido una película documental titulada Recordando a Coderch, en el que reconocidos arquitectos y personajes de la época hablan del lado más humano del maestro. La exposición podrá verse hasta el 31 de marzo de 2015 y se realizarán pases públicos de la película cada martes. La muestra busca, a través del proyecto La Herencia, dar a conocer la parte más humana de uno de los arquitectos más respetados y queridos de la segunda mitad del siglo XX en España.
Planos y recortes originales del proyecto La Herencia
Coderch, una personaje controvertido pero honesto
«A pesar de los pesares, jugar limpio vale la pena». José Antonio Coderch, considerado como uno de los padres del renacimiento de la arquitectura española de postguerra, no era como la mayoría de sus colegas contemporáneos. No era ‘progre’, no quería saber nada de la gauche divine; la frivolidad y el éxito no iban con él. Coderch era extremadamente generoso, educado, libre, transparente, y siempre honesto. También era recto, austero, autoritario, obstinado, perfeccionista, severo y algo antipático. Y muy ‘de derechas’. No acababa de comulgar con la idea de la democracia, menos con la ‘cosa esa del catalanismo’. Intentó hacer viviendas decentes para las familias obreras durante la época franquista, pero no lo consiguió. A pesar de tener las mejores relaciones sociales de aquellos años, la burocracia y la corrupción del régimen no encajaban con su mentalidad de arquitecto trabajador y honrado hasta la obsesión. Por esto motivo no trabajó en ningún proyecto público o encargo del gobierno. Tuvo que ‘conformarse’ con hacer casas y pisos para la burguesía catalana, en la zona alta de Barcelona. Como excepción, hizo también dos edificios de viviendas para familias humildes, en las que aplicó sus principios arquitectónicos a rajatabla. Hoy en día, muchas de esas obras, como los conocidos edificios de viviendas en la calle Raset, Juan Sebastián Bach o las cocheras de Sarriá, siguen luciendo esplendorosas y modernas como las que más, 50 años después.
Con Manel Solá Morales
Coderch y Milá
Con Oriol Bohigas
Con Chillida Lo cierto es que todos los que le trataron y trabajaron con él hablan de José Antonio Coderch como un hombre querido y respetado. Y le reconocen como un arquitecto excepcional. No era un artista creativo o caótico al uso. Era un obstinado pensador que quería resolver los espacios -y también algunos objetos- para mejorar la vida de los hombres. Trabajaba con cosas sencillas, con ladrillo, con paredes blancas, con tejas y materiales tradicionales. Con ellos creaba formas útiles, simples, baratas, flexibles y pensadas para las personas, para las familias. Hizo casas increíblemente bellas en la costa -como la casa Ugalde en Caldetes-; casas útiles, burguesas y modernas a la vez. Se obsesionó por las ventanas y creó sus maravillosos cerramientos de Llambí, que se ven todavía fantásticos en muchas de sus obras.
Fachada edificio Juan Sebastián Bach, con sus reconocibles cerramientos
Plano pisos Cocheras de Sarriá, que recoge muchas características de La Herencia
En su preocupación por el hombre, creó algunos objetos que han devenido clásicos del diseño; el más conocido es su lámpara Disa, editada por Tunds y replicada en la exposición de MINIM a tamaño gigante. Pero también diseñó, por ejemplo, la chimenea de hierro Capilla o la silla de madera y cuero Safari, que hoy en día siguen siendo iconos para los diseño-adictos.
Chimenea Capilla, fotografía de David Cardelús
Con su familia en la casa del Empordà
Coderch con sus hermanas
La exposición La Herencia de Coderch
La exposición recoge toda la documentación recuperada sobre el inédito proyecto teórico de La Herencia, sus antecedentes y una recreación con varias infografías. Se trata de un proyecto inacabado, un concepto innovador en el que Coderch trabajó durante muchos años, cuya documentación estaba extraviada o no clasificada, y que se ha logrado recuperar para esta exposición.
Vista de la exposición en MINIM Coderch investigó incansable cuál era la mejor planta como escenario para la vida de una familia que cambia de tamaño a lo largo del tiempo. La idea de La Herencia es la búsqueda del bloque habitacional ideal, flexible, en el que cada vivienda puede variar sus dimensiones y configuración mediante el intercambio de espacios con las viviendas colindantes en horizontal y vertical. El arquitecto veía sus investigaciones realmente como una herencia arquitectónica que iba a dejarle al mundo: siete meses antes de su muerte, y a modo de legado, entregó toda la documentación del proyecto al industrial y mecenas Juan Huarte Beumont, con el ánimo de que éste lo explotase «…para que hagan un proyecto con el arquitecto que quieran y en donde quieran si lo consideran interesante y viable.» Pero el proyecto nunca llegó a realizarse.
En estas infografías se muestra la planta ideal para Coderch, en forma de rombo. No quería que ninguna habitación diese a un patio interior, todas debían dar a la fachada. En cada planta había una unidad de vivienda mínima que se ampliaba con módulos colindantes según necesidades con tan solo abrir o cerrar una puerta o un tabique -en horizontal-, o incluyendo una escalera para crear duplex -en forma vertical. Además del proyecto arquitectónico, la muestra crea un pequeño rincón con los objetos personales o creados por Coderch, y una recreación de la lámpara Disa en escala gigante.
Recreación rincón Coderch, con cerramientos de Llambí, lámpara Disa y Sillas Safari
Disa gigante, estrella de la muestra en MINIM
Créditos de la exposición
Comisaria: Elina Vila. Comisarios adjuntos: Agnès Blanch, Ginés Górriz y Pati Núñez. Producción: MINIM. Coordinación: Vanessa Surís. Diseño Gráfico: Vanessa Surís y Jesper Puchades. Infografía: Jesper Puchades. Con la colaboración de Ana Coderch y Pepe Coderch. Fotografías Adrián Pedrazas Profumo.Más sobre el arquitecto Coderch en DiarioDESIGN
Recordando a Coderch, de Poldo Pomés
La película es un retrato coral sobre el arquitecto como ser humano. Recoge los testimonios de aquellos que trabajaron con Coderch, que le conocieron, o que luego han hecho aportaciones significativas al estudio de su obra. Un retrato sobre un hombre complejo, a veces severo pero siempre honesto. Aquí puedes ver un tráiler, cada martes habrá un pase en la tienda MIMIN.
Créditos de la película
Dirección: Poldo Pomés, a partir de una idea de Ginés Górriz, Pati Núñez y Elina Vila. Producción: MINIM. Guión y entrevistas: Pati Núñez y Ginés Górriz. Edición: Poldo Pomés. Con la participación de: Antonio Armesto, Josep María Ballarín, Josep Benedito, Oriol Bohigas, Pepe Coderch, Federico Correa, Emilio Donato, Carlos Ferrater, Carlos Fochs, Josep Llinàs, Joan Margarit, Rafael Moneo, Víctor Rahola, Josep Maria Rovira, Jesús Sanz Luengo, Jesús Sanz Masdeu, Enric Soria, Óscar Tusquets y Jordi Viola.EXPOSICIÓN «LA HERENCIA DE CODERCH»
Del 27 de noviembre de 2014 al 31 de marzo de 2015. Horarios: De 10 a 20h de lunes a viernes. Sábados de 10 a 14h.PASES PELÍCULA “RECORDANDO A CODERCH”
Todos los martes de diciembre, enero, febrero y marzo a las 18h, excepto el 6 de enero. Lugar: MINIM Edificio Monitor. Vía Augusta 185. 08021 Barcelona T. 932 72 24 25Temas relacionados
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