Innovación y funcionalidad es el binomio que distingue la intervención arquitectónica del estudio catalán PMMT en una de sus recientes obras; la vivienda unifamiliar TR House Barcelona. Construida en un solar con un fuerte desnivel y donde ya existía una casa histórica rodeada de un amplío jardín, la nueva vivienda ha estado sujeta a unas dimensiones definidas por la normativa urbanística. Además, debía integrarse con el paisaje y adaptarse funcionalmente a las necesidades del cliente. El resultado es una sugerente casa con piel de cerámica que aparece como tejida a su entorno vegetal.


En la imagen del edificio destaca por un lado, una envolvente continua de celosía cerámica de piezas vitrificadas, montada sobre un tejido alámbrico colgado de acero inoxidable: ello responde de manera unitaria a las necesidades que el entorno genera para el volumen, integrándolo en el entorno vegetal. Dentro de una misma gama de verde, se trabaja con cuatro colores diferentes para obtener las diferentes tonalidades que la vegetación del entorno adopta durante el paso de las estaciones potenciando así, la requerida integración en el entorno vegetal. ASí, PMMT resuelve así cuatro elementos que tradicionalmente en la arquitectura se han trabajado por separado, como son la fachada, la pérgola, la celosía y la cubierta.


La casa es un volumen de 13,00 x 13,50 m en tres alturas que vuelca todas las estancias en dirección opuesta a la fachada principal, consiguiendo dar respuesta a las necesidades, tanto visuales como de privacidad, del usuario. Mientras que, el resto de sus fachadas se envuelven con una piel de cerámica vitrificada que confunden y mimetizan la vivienda con el entorno vegetal que la circunda.

TR House Barcelona es una vivienda unifamiliar cuyo volumen se ha definido a partir de dar respuesta a las limitaciones que el proyecto presentaba en su origen, con soluciones de innovación y criterios de funcionalidad. Ante los condicionantes urbanísticos del solar, un terreno de posición deprimida, se genera un salto de nivel entre los accesos desde la calle y el propio de la vivienda, permitiendo la entrada a la misma a través de dos de las dos plantas, la inferior y la intermedia. Y a través de pendientes y plataformas que van estableciendo diferentes relaciones entre el entorno de la vivienda y los espacios interiores, se busca suavizar al máximo la diferencia de cotas existentes entre la calle y la parcela.

El resultado es un cubo de 13,00 x 13,50 m en tres alturas que se asienta sobre la parcela, y que busca establecer relaciones visuales con la riera que la delimita, a la vez que se integra visualmente con las edificaciones de mayor altura que lo rodean. El volumen se organiza para dar respuesta a las necesidades del usuario, volcando todas las estancias principales de la vivienda en un eje. Se consigue así a la vez la privacidad de los usuarios respecto la calle y los vecinos, así como una relación visual con la vegetación del entorno. Mientras que en el otro eje, la vivienda busca su integración en el entorno vegetal, mimetizándose con él.

La vivienda se estructura entorno a un patio, ubicado en la parte central, que articula todas las estancias mediante el pasillo perimetral que lo rodea. Los diferentes niveles se articulan con una escalera que rodea este espacio. A la vez que se consigue iluminar y poner en relación todas las estancias de la casa generando visuales cruzadas a través del espacio central.
El nivel inferior, lo ocupa la zona de día con el estar-comedor, la cocina y las áreas de servicio. Por su parte, la zona de noche se organiza en la planta intermedia con las habitaciones y por último, la planta superior es ocupada por un estudio, una habitación de invitados y una terraza exterior en pérgola.
Las fachadas se solucionan implementando unas lamas machihembradas de madera de castaño cuperizado cuyas aberturas se dimensionan y se justifican respondiendo a parámetros funcionales y de confort en cada una de las estancias. En las aberturas se dispone de un sistema de lamas ocultas orientables de aluminio que permiten al usuario tener el control sobre la incidencia solar.
Los desniveles exteriores se salvan de manera que se consigue unir los dos accesos a diferentes niveles de la vivienda mediante una rampa de adoquines de granito intercalados en parterres de césped. Frontalmente, una plataforma de madera se extiende con la vocación de prolongar el espacio de estar-comedor interior hacia el exterior y generar una agradable zona de estar exterior a la sombra de los árboles. Esta plataforma además, comunica lateralmente con la parte posterior de la vivienda generando así varios flujos de circulación.
Por su morfología y topografía, la parcela trapezoidal presenta un fuerte desnivel que se salva con una secuencia de plataformas de madera. Estas plataformas exteriores se materializan en la misma madera de castaño cuperizado que la fachada, tratándola con el mismo formato y despiece para potenciar así el vínculo entre vivienda y jardín.
Así, la vivienda TR House Barcelona del estudio de arquitectura PMMT representa un ejercicio de innovación, y plenamente funcional, que logra un claro diálogo con su entorno a la vez que da respuesta a las necesidades cambiantes del usuario.