La nueva era del hospitality redefine el papel del hotel: ya no es solo un lugar para dormir, sino un espacio de evasión, conexión con la cultura local y plataforma de colaboración creativa. Diseño, experiencia y propósito se entrelazan para responder a las nuevas expectativas de los viajeros. Analizamos esta tendencia extraída del informe The New Habitat 25/26, elaborado por APE Grupo en colaboración con la consultora Futurea.
Dormir ya no es suficiente. En un contexto global marcado por el estrés crónico, la fatiga emocional y una mayor conciencia medioambiental, el sector hotelero está viviendo una transformación profunda. Lejos de ser solo puntos de paso, los hoteles evolucionan hacia espacios de escape, descubrimiento y creación de sentido. La experiencia se convierte en el nuevo lujo, y el diseño en una herramienta para activar emociones, memorias y conexiones.

El hedonismo consciente como medicina
Hoy, el hotel se concibe como un refugio emocional. Frente a la saturación informativa, la presión constante y la ecoansiedad, los viajeros buscan pequeñas burbujas de placer y bienestar donde desconectar. Así nace una nueva forma de hedonismo, no superficial, sino profundamente emocional, donde el juego, la estética envolvente y la exclusividad se convierten en mecanismos de sanación.

La economía de la experiencia, impulsada por millennials y generación Z, marca el nuevo estándar: más del 60% de ellos prioriza vivir momentos significativos frente al ahorro o el consumo material. En ese escenario, la hospitalidad debe crear entornos flexibles, capaces de acoger desde retiros de introspección hasta celebraciones hedonistas. La evasión, en este contexto, es salud.

Los huéspedes no solo buscan descanso, sino experiencias únicas, multisensoriales y difíciles de replicar. Con el tiempo como el nuevo lujo, se revaloriza la capacidad del hotel para generar momentos memorables. El diseño abraza lo lúdico inspirándose en parques infantiles, series de televisión o narrativas cinematográficas para generar espacios positivos que despierten la imaginación y alivien la carga emocional.
Más que hospedar, preservar y contar
Frente a una cultura del viaje cada vez más orientada a lo auténtico, el hotel adopta un nuevo rol: ser guardián de la memoria, embajador cultural y mediador entre el pasado y el presente. Recuperar edificios históricos, incorporar artesanía local o colaborar con artistas del entorno ya no es una tendencia estética, sino una respuesta a una demanda de conexión y significado.

Convertir un antiguo convento, un mercado urbano o una fábrica abandonada en hotel ya no es solo una operación inmobiliaria; es un acto de curaduría cultural. Esta transformación no solo protege el patrimonio, sino que ofrece experiencias únicas, irrepetibles, cargadas de identidad. La sostenibilidad también pasa por aquí: restaurar, dar nueva vida, devolver valor al entorno.

Cuando la experiencia se construye entre marcas
La colaboración entre marcas ha dejado de ser una estrategia de marketing para convertirse en una práctica estructural. El hotel se abre como espacio híbrido, donde convergen la moda, la tecnología, el diseño y la gastronomía para crear una experiencia expandida, que va mucho más allá del alojamiento.

Las sinergias entre marcas de diferentes sectores dan lugar a nuevas formas de consumo: tiendas efímeras, suites diseñadas por creativos de renombre, eventos comisariados por artistas o experiencias inmersivas donde el huésped no solo duerme, sino descubre, compra y participa. El hotel se convierte así en un escaparate vivo, un lugar donde experimentar productos en un contexto emocional y aspiracional.

Una nueva hospitalidad, un nuevo papel para el hotel
En este nuevo paradigma, el hotel deja de ser únicamente un servicio para convertirse en una propuesta de valor emocional, cultural y social. La hospitalidad se redefine como generadora de experiencias transformadoras, mediadora de conexiones humanas y catalizadora de memorias significativas.
Estas ideas y datos forman parte del informe The New Habitat 25/26, elaborado por APE Grupo en colaboración con Futurea, que analiza cómo la experiencia, la cultura y la colaboración están transformando radicalmente el futuro del sector hotelero.
Foto de portada: Recepción del Hotel Los Felices en Ibiza
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