Más allá de su función práctica, la cocina se ha convertido en el auténtico corazón de la casa. Un espacio donde diseño, tecnología y materiales nobles se encuentran para dar forma a ambientes que invitan a quedarse. Desde soluciones minimalistas hasta propuestas disruptivas, estas siete cocinas publicadas en Diariodesign destacan por su capacidad de reinterpretar lo doméstico con mirada contemporánea.
Con color e inspiración setentera
Not a Studio transforma una vivienda de obra nueva para adaptarla a las necesidades domésticas de una familia en Barcelona. Mediante pequeños gestos formales, piezas de diseño a medida y mucho color, el apartamento consigue personalidad propia.

Formalmente la vivienda se divide en dos zonas diferenciadas: día y noche. La primera consta de un amplio salón-comedor y una cocina abierta con frentes de la firma CUBRO. Toda la estancia orbita alrededor de una singular barra central semicircular a doble altura, diseñada a medida por Not a Studio y materializada en madera y terrazo.
Todo al blanco
En apenas 65 metros cuadrados, este piso en Bilbao demuestra que las dimensiones reducidas no están reñidas con el buen diseño. N Studio ha creado un pequeño apartamento en el que la luz, el color y las piezas más icónicas del diseño escandinavo se unen para generar un hogar alegre, atrevido y acogedor.

La cocina ha sido concebida como una península integrada en el pavimento de madera que recorre toda la vivienda. Para diferenciarla visualmente, se ha creado una alfombra de baldosas blancas con juntas negras; un sutil juego geométrico que aporta ritmo y continuidad a la estancia
De roble tintado
Entre los acantilados de Barrika y la firme silueta del paisaje costero, se alza Casa Rosa con una presencia serena pero decidida. Polo Estudio firma un proyecto que reinterpreta el pasado con sensibilidad contemporánea, combinando arquitectura vernácula, tradición estructural y materialidad expresiva.

La cocina, diseñada a medida y fabricada localmente en roble tintado, refuerza el carácter noble y sereno del conjunto. Además, la curada selección de piezas como la mesa de roble macizo o los taburetes de Etnicraft responde a un discurso material coherente, donde cada textura y cada objeto refuerzan la unidad estética de la vivienda.
Minimalista y de acero
Casa Bordari es una vivienda de apenas 50 m² en Hondarribia que se estructura a través de la luz. En ella, el estudio vasco Ortega Diago replantea el espacio con una solución sencilla y efectiva: cuatro tabiques que apenas tocan el techo y un volumen circular que transforman por completo la percepción de la casa.

En la cocina, el acero introduce una sutil ilusión óptica de repetición y reflejo. Este material amplifica la luz y potencia la sensación de amplitud. Por su parte, las puertas y los elementos de almacenaje, revestidos en madera, continúan el juego visual de patrones. Para mantener la armonía, los tiradores, también de acero, marcan el ritmo sin interrupciones bruscas.
Flexible para adaptarse a las necesidades domésticas
El arquitecto Ismael Medina Manzano ha convertido una vivienda estandarizada de los años 60 en San Sebastián en un auténtico laboratorio del espacio doméstico. Con un enfoque que rompe con las normas preestablecidas, Unplanned Domestic Prototype desafía los límites del diseño residencial a través de la flexibilidad, la versatilidad y la conexión con el entorno.

La original isla elevable de granito reciclado, se convierte en protagonista de esta flexibilidad, adaptándose a diferentes escenarios. Su diseño contempla diversas actividades: del trabajo al ocio, de la intimidad a la interacción social.
Con isla central y despensa oculta
Ambientes fluidos, la calidez de los materiales nobles y la integración con el entorno son clave en la reforma de esta vivienda de lujo en Sotogrande, obra de Andrea Arqués, de A STUDIO.

Uno de los espacios más impactantes de esta casa es la cocina, concebida en colaboración con el estudio Enedos. Su diseño integra un comedor y cuenta con una despensa oculta tras puertas con efecto espejo, que reflejan el paisaje exterior para ampliar visualmente el espacio. La isla central está revestida en porcelánico de efecto pétreo.
Adaptada al espacio existente
Ca-N Estudi ha llevado a cabo una rehabilitación que desafía las limitaciones espaciales de una casa familiar de los años 50 en El Prat de Llobregat. Con apenas cuatro metros de ancho, ahora la vivienda se articula en torno a la verticalidad, la luz y la conexión fluida entre interior y exterior.

La cocina se ha proyectado como un espacio abierto que dialoga con el salón y se prolonga visualmente hasta el jardín. La rasilla cerámica fluye sin interrupciones del exterior al interior. De esta forma, los límites entre ambos espacios se difuminan, reforzando la continuidad material.
En este enlace, encontrarás otras 10 cocinas dignas de mención.
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