Icebar en Madrid, un frío local para nuevas experiencias.

redacción

24 agosto 2010

Siguiendo la tradición de los Ice Hotels, establecimientos de gran éxito en países más fríos, la moda de los locales helados llega a Madrid. El Icebar y su tienda Iceshop, situados en pleno centro de la capital, ofrecen una experiencia sensorial no apta para frioleros.

Los establecimientos construidos con hielo, ya una tradición en países como Suecia o Canadá, atraen a una clientela que gusta de la novedad y la experimentación. Estos locales temporales suelen rehacerse cada año y su éxito depende de que las frías temperaturas sean constantes tanto en la construcción como durante su funcionamiento diario posterior. Todas las paredes, así como el mobiliario, están hechos completamente a base de bloques de hielo esculpido montado sobre una estructura de acero. Suelen incorporar esculturas también heladas, y servir comidas y bebidas escogidas para las especiales circunstancias.

El Icebar madrileño ofrece 70 helados metros cuadrados en pleno centro de la ciudad, cerca de la Puerta del Sol y la Plaza Mayor. Se ha realizado con 30 toneladas de hielo-cristal traídas expresamente de Canadá y su construcción se ha llevado a cabo durante 2 meses por un equipo de 6 montadores expertos en este tipo de locales. Como no podía ser de otro modo, todo el Icebar está hecho de hielo: las paredes, las mesas, los asientos, la barra del bar; incluso incorpora las típicas esculturas de hielo-cristal.

Junto al bar de hielo propiamente dicho, Icebar Madrid incorpora Iceshop, una tienda de 150 metros cuadrados donde pueden comprarse aguas traídas de todas la partes del mundo (Sudáfrica, Nueva Zelanda, Noruega, Inglaterra, EEUU, Francia…..) así como fotografías y vídeos de expediciones polares. Incluso pueden adquirirse viajes a lugares tan inéditos como el Polo Norte, Groenlandia o Laponia.