La cadena de supermercados belga Delhaize ofrece dentro de su propia marca «365» productos cotidianos, sencillos, de precio asequible. Para sus vinos, el estudio valenciano Lavernia & Cienfuegos ha querido emplear esta filosofía apoyándose en el más democrático de los elementos del vino: el corcho.
El tapón de corcho es signo de humildad, un objeto de poco valor, usado muchas veces como material de manualidades, como un elemento simple y fácilmente manipulable con el que jugar y crear.
La utilización del tapón de corcho como imagen en las etiquetas le confiere el aire de algo sencillo, propio de un producto cotidiano, que además unifica y personaliza toda la línea.
El motivo diseñado para cada etiqueta hace referencia al país de origen, tirando del tópico y buscando un punto de humor.
Así, el retrato de Maradona en corcho indica que el rosado viene de Argentina, o con forma de elefante de Sudáfrica, mientras que el Montepulciano d’Abruzzo italiano es un centurión romano o el Cabernet Sauvignon de Chile es una figura totémica; el blanco Chardonnay de Australia es un koala, y el de California un jefe indio; y los tintos franceses imitan a un gendarme, un chef, y un elegante y sofisticado hombre de orillas del Ródano.
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