Diseñada inicialmente para evitar la contaminación, el humo o el polen, Closca adapta su geométrica mascarilla para paliar el contagio del COVID-19. Es ergonómica, lavable, incorpora filtros homologados y su estética es de lo más elegante.
NOTA DEL EDITOR: En referencia a los cambios del producto realizados por la marca posteriormente a la publicación de este artículo, remitimos al comunicado oficial de Closca que podéis encontrar en este enlace. 13/05/2020
Las mascarillas, símbolo del 2020
Poco -o nada- podía imaginar Carlos Ferrando, CEO y fundador de Closca, que el diseño de su Closca Mask se vería alterado por pandemia mundial. Siguiendo la filosofía de la compañía (que aboga por productos comprometidos con el planeta, funcionales y estéticos, al servicio de la reflexión), Ferrando diseñó una mascarilla pensada para filtrar el humo, la contaminación, los microorganismos y el polen en las grandes metrópolis.
«Teníamos acuerdos con grandes marcas mundiales, que obviamente han tenido que paralizarse», comenta. Pero la marca ha seguido adelante, fiel a sus propósitos. «Encontraremos las fortalezas ante la adversidad», apunta. Y así es. La llegada del Coronavirus lo ha trastocado todo. La pandemia ha obligado a la reinvención o, cuánto menos, a la adaptación.
Las mascarillas se han convertido en un símbolo del 2020 y Closca ha acondicionado la suya para protegerse contra Coronavirus.
Reutilizable y con filtros FFP2
Basta con introducir en su interior el filtro FFP2, completamente homologado. Se incluyen 6u en el packaging y, al no entrar en contacto directo con la boca y la nariz, pueden usarse varias veces, pues no se humedecen.
La mascarilla es perdurable en el tiempo. Se puede lavar y guardar en su bolsa. Su forma geométrica se adapta completamente al rostro, protegiendo nariz y boca. Está diseñada para adultos e incorpora un cierre con vecro para ajustarse a la medida de cada persona.
Se presenta en tres colores base (blanco, gris y negro), con cinco opciones de pespuntes.
Entregas a partir del mayo
Closca Mask ya está disponible en pre-venta en la web de la marca, con entregas previstas a partir del 15 de mayo y un precio de 20€.
Con la venta de cada unidad, la empresa reinvertirá los ingresos obtenidos en la donación de cinco mascarillas sanitarias para la población de mayor riesgo, es decir, sanitarios y abuelos. Por ahora, estiman una donación de 10.000u al hospital Alzira de Valencia y a colectivos vulnerables, gracias a las ventas y donaciones de sus clientes durante la campaña de lanzamiento del producto.
El lema de la marca, «Inspire Change» no puede ser más apropiado. Llega un cambio de modelo productivo, de prioridades y estético.
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