La arquitecta suiza Claudia Meier se propuso en Boa Hairdresser’s Salon el reto de reinventar el interiorismo de una peluquería, un tipo de local olvidado durante mucho tiempo por el diseño contemporáneo y que parece que ahora comienza a ser objeto de nuevas propuestas estéticas.
Una peluquería es un local fundamentalmente funcional: lavar el pelo, teñir, secar, cortar… Actividades que requieren mobiliario especial y utensilios muy específicos que han hecho a menudo a los salones de belleza dejar de lado el diseño innovador y creativo. Pero no es el caso de la peluquería de Zúrich Boa Hairdresser’s Salon, diseñada por Claudia Meier.
Entrar en este salón de belleza ofrece la sensación de entrar en un nuevo mundo. El techo está totalmente cubierto de filamentos blancos que a modo de “pelos de fibra” transportan al cliente a un mundo especial. El movimiento del aire provoca un suave balanceo de este curioso revestimiento, envolviendo todo el local en una atmósfera muy particular. El resto de la peluquería se ha pintado de color gris oscuro, el mismo color escogido para el mobiliario, como contraste a las fibras blancas protagonistas indiscutibles del interiorismo. Y detalles como los reposapiés de madera tosca acentúan aún esta estética sorprendente de Boa Hairdresser’s Salon .
El revestimiento de fibras se ha fabricado especialmente para la ocasión por Wasag AG Switzerland.
Fotografías © Claudia Meier. Visto en www.archdaily.com
Temas relacionados
DESCUBRE
Arquitectura
Reprogramar la oficina: el futuro del trabajo se diseña desde el espacio
Agenda
LOEWE Craft Prize 2025: la artesanía es el nuevo lujo
Diseño
El hotel se reinventa: más allá del alojamiento, hacia la experiencia emocional, cultural y colaborativa
Diseño