Diseño

Biribildu, un restaurante de souvlaki en Atenas con estética de carrusel y circo.

Elena Minguela

13 enero 2014

La magia del circo y de las atracciones de feria se recrean en este nuevo restaurante cuyo interiorismo ha sido realizado por Minas Kosmidis (Architecture in Concept).

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El nombre Biribildu -que en euskera significa «ronda, giro»- hace referencia al gyros, variedad del souvlaki o especialidad culinaria griega similar al döner kebab. El gyros sirve también de inspiración para la decoración basada en un carrusel.

La magia del circo y de las ferias es la que se transmite en este espacio de 70 metros cuadrados situado en la zona costera de la capital griega. Dos caballitos de carrusel dan la bienvenida al restaurante, y se distribuyen por el lugar ayudando a indicar el flujo de movimiento por la planta.

Tres contenedores de madera, similares a los empleados en los trenes para transportar al circo, por ejemplo en la película de Disney Dumbo, son los habitáculos más privados en los que se han separado la cocina, la zona de baños y el almacén. Entre ellas se encuentra además la barra de bebidas, que imita a la jaula del tigre, estrella de la función.

En la pared de la izquierda desde la entrada se encuentra la zona de servicio, donde escoger y pedir la comida. El mostrador está pintado en colores rojo y amarillo. Para iluminar la zona, un conjunto de luces de feria aporta el brillo necesario e invita a acercarse, acompañado de un par de vigas que hacen un guiño mediterráneo, forradas de azulejos típicos.

La zona de restaurante interior dispone de dos mesas largas de color amarillo de diferentes alturas con sillas a conjunto, iluminadas mediante unas lámparas cuya pantalla imita a la carpa de un circo. Al fondo se pueden ver carteles clásicos y sellos que completan la ambientación.

Una de las mesas se alarga hasta el exterior, formando también parte del mobiliario de la terraza, que se completa con barriles y sillas de diferentes clases, plantas, y un toldo que imita a la carpa del circo.

Todo el restaurante ha sido decorado utilizando el rojo y el amarillo, dos colores muy simbólicos en el mundo del circo que además transmiten alegría y luminosidad. El piso imita la textura y el color de la arena mojada, para completar de este modo la escena.