En muchas ciudades hay numerosos edificios que pueden acoger nuevos áticos. Se trata de viviendas antiguas que no alcanzan la misma altura de los edificios colindantes y que generan vacíos antiestéticos. Fiel a su nombre, la empresa La Casa por el Tejado apuesta por un modelo constructivo basado en el aprovechamiento estos espacios infrautilizados en el centro de las ciudades. Os presentamos un proyecto reciente realizado en el Eixample de Barcelona por esta empresa en colaboración con miba architectcs.
La Casa por el Tejado da una nueva vida a estos edificios y lo hace mediante un sistema modular industrializado de construcción. Una de sus últimas actuaciones ha sido el proyecto de sobreelevación de dos plantas sobre un edificio existente en la calle Enric Granados, en pleno barrio del Eixample de Barcelona.
Al final, la nueva construcción se convierte en un atractivo apartamento que se beneficia del carisma de una finca antigua rehabilitada. El resultado es un espacio confortable, sofisticado, lleno de luz natural y con todos aquellos elementos que se añoran y se desean en un ático típico en este emblemático barrio barcelonés.
Se trata además de un modelo de construcción sostenible: todos los elementos de la vivienda (estructura, cerramientos, tabiques, ventanas, cubierta, etc.) son reciclables y alcanzan el 60% de ahorro en impactos ambientales respecto a la construcción estándar habitual.
Con el objetivo de respetar la composición, la fachada exterior del nuevo ático queda en el mismo plano que la existente en la calle Enric Granados. La envolvente de la nueva vivienda añadida a la finca antigua está compuesta de una fachada ventilada de paneles de metal expandido de color rojizo transparente. Una solución con la que se busca dialogar con la fachada existente desde el punto de vista del diseño contemporáneo. En la fachada posterior, sin embargo, ésta se retira 1,70 m para crear una terraza de 15 m2 que da al interior de manzana.
La entrada a la vivienda distribuye la planta en dos zonas diferenciadas. De un lado deja un gran espacio común formado por la cocina-comedor y la sala de estar que se abren a la terraza, y por otro lado, aparece un pasillo distribuidor que se extiende hacia otros espacios de menor tamaño como un estudio y una habitación amplía con su vestidor y baño.
En el salón comedor y cocina, se dispone de un gran mueble longitudinal blanco que recoge todos los electrodomésticos y espacios de almacenamiento de la cocina, hasta unirse con el mueble hecho a medida de la sala de estar para albergar los equipos de audio y video del salón, la biblioteca y la chimenea. En contraste con este mueble, la pared del salón y de la terraza se ha revestido con piezas de pizarra de 60×15 cm.
La conexión de los espacios interiores con la terraza se realiza mediante una ventana corredera de perfil de aluminio mínimo y con rotura de puente térmico que permite una máxima apertura del salón. En este espacio exterior se instala un nuevo comedor y un jardín vertical compuesto por diferentes plantas aromáticas de pequeño tamaño y adecuadas para su cultivourbano.
Cabe destacar que unas celosías y persianas de madera de cedro automatizadas optimizan el control solar de la terraza y de la vivienda.
Fotografías de interior, José Hevia.
Fotografía de portada, Oriol Vives.
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