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Esta reforma desnuda por capas una casa en Sarrià del siglo XIX

Laos arquitectura hace en Casa Cactus una relectura de la arquitectura doméstica del siglo XIX en Sarrià (Barcelona). El proyecto rescata la memoria material de dos viviendas históricas para proyectarlas hacia un habitar actual.

Rescatar la herencia de la burguesía catalana

En el barrio de Sarrià, uno de los núcleos históricos con más carácter de Barcelona, aún perviven viviendas de finales del siglo XIX, cuando la zona era un pueblo independiente con marcado aire residencial. Un lugar en el que la burguesía barcelonesa buscaba tranquilidad, alejados del bullicio de la ciudad.

cocina reformada de la Casa Cactus

Esta arquitectura típica de la clase social alta de la época se caracterizaba por sus fachadas ornamentadas, cubiertas inclinadas de teja árabe y una construcción tradicional basada en muros de carga, forjados de vigas de madera o hierro, y bóvedas de ladrillo.

forjados de vigas de madera y paramentos de fábrica de ladrillo

En este contexto se enmarca Casa Cactus, la intervención de una casa en Sarrià delicada y consciente, que pone en valor la historia sin renunciar a la funcionalidad. El proyecto, firmado por Xavier Botet Campderrós (Laos arquitectura) y Laura Bongiovanni Martínez, propone la rehabilitación integral de dos viviendas del siglo XIX, adaptándolas a un uso actual que tiene muy presente sus orígenes.

detalle de la conica de Casa Cactus en Sarrià

Poniendo en valor lo que permanece

El proyecto parte casi de una operación arqueológica: retirar todo aquello que no aportaba valor arquitectónico para descubrir las capas históricas que aún latían bajo las intervenciones más recientes. Así, la rehabilitación fue `desnudando´ capa a capa las bóvedas de ladrillo (volta catalana), los apeos de acero de intervenciones pasadas, las diferencias en el tipo de fábrica empleada y la galería de pilares de forja. Todos los elementos emergieron como testigos del paso del tiempo.

ladrillo visto, molduras y bóveda de ladrillo
escalera de madera de roble

En lugar de intentar ocultar las huellas del pasado, la intervención de esta casa en Sarrià las celebra. La distribución se adapta a los huecos existentes y se evita intervenir en los muros estructurales. Dos viviendas tipo dúplex, conectadas por una escalera comunitaria, resuelven la convivencia entre historia y modernidad.

En la planta inferior se concentran las zonas de día, mientras que los dormitorios y espacios más privados se disponen en la superior. Además, las estancias principales se ubican en las fachadas, mientras que se reserva la parte interior para las zonas húmedas.

dormitorio en la zona de espacios privados
baño situado en la parte interior de la casa

Materialidad sobria, confort contemporáneo

La actuación pone especial atención en los materiales, apostando por una paleta cálida y sobria. Los núcleos de servicios se visten con panelados de madera de roble, mientras que el pavimento continuo de terrazo -con sistema de suelo radiante integrado– añade confort y homogeneidad visual.

techos con moldura de yeso en el salón

En los paramentos predominan los acabados de ladrillo visto, únicamente interrumpidos por elementos singulares como el techo de molduras de yeso que se conserva en la zona de estar. Como curiosidad, en el salón y comedor, las viguetas rectangulares del forjado superior responden a la existencia de unas antiguas buhardillas que más adelante fueron adecuadas para su uso como vivienda.

zonas comunes recayentes en la fachada sur de esta casa en Sarrià

Asimismo, el proyecto de esta casa en Sarrià incluye un sistema de aislamiento interior y climatización pasiva. Esto se consigue mediante un trasdosado por la cara interior con paneles de fibra de yeso y cemento de alta densidad, que mantienen la inercia térmica de la construcción original.

galería en la fachada sur

Laos arquitectura ha logrado una intervención que escucha, donde lo nuevo no sustituye lo antiguo. Como decía J.V. Foix, escritor natural de Sarrià: “M’exalta el nou i m’enamora el vell” (Me exalta lo nuevo y me enamora lo viejo).

Fotografías: José Hevia

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