Si, nosotros también usamos cookies. Esas cosas con nombre de "galletita" que ayudan a que tu navegación sea más personalizada. Cierra este mensaje y nos darás tu permiso para seguir utilizándolas. Y seguirás disfrutando de diarioDESIGN como siempre.

Feliz viaje por nuestra web Cerrar

La mutabilidad como forma de habitar en este apartamento de Valencia

En el pintoresco barrio del Cabanyal en Valencia, a pocos metros del mar, Mario Montesinos firma un apartamento que se transforma a medida que se habita. TransMorph no es solo una vivienda: es una arquitectura activa que responde, cuestiona, se adapta y propone nuevas formas de existencia en la frontera entre lo físico y lo digital.

El hogar como dispositivo en constante transformación

Con sus 86 metros cuadrados, el apartamento TransMorph se despliega como un sistema operativo doméstico en evolución. Lo primero que se percibe al cruzar su umbral es que aquí no hay lugar para lo permanente. Todo se adapta, se repliega, se estira. Su estructura desnuda se vertebra a través de vigas metálicas, pilares de hormigón y paneles deslizantes de acero galvanizado que recorren el espacio como membranas móviles.

Mario Montesinos transforma el apartamento en un entorno sensible a través de la tecnología

En este entorno no hay muros estancos. Es decir, lo íntimo y lo colectivo no se separan, sino que se interrelacionan. Las divisiones son dinámicas, efímeras, abiertas a las necesidades de cada momento. Así, Mario Montesinos concibe el hogar como un escenario mutante, donde la domesticidad ya no es un refugio cerrado. Ahora es un concepto en permanente negociación.

Mario Montesinos explora la mutabilidad como forma de habitar en el apartamento TransMorph de Valencia

Por su parte, el núcleo del baño, completamente cerrado, se presenta como única pieza estática. Sin embargo, incluso su textura rugosa de yeso proyectado y vidrio translúcido lo vincula a esta lógica del cambio, mientras habla de una estética que pone en valor la imperfección y la porosidad.

En el pintoresco barrio del Cabanyal en Valencia, Mario Montesinos firma un apartamento que se transforma a medida que se habita.

MORPH: inteligencia espacial al servicio de la identidad

Una inteligencia espacial gestiona las funcionalidades del apartamento TransMorph y se convierte en cómplice del habitante. MORPH no es un simple sistema domótico: también es una conciencia digital que participa en la construcción de identidades alternativas. A través de narrativas visuales proyectadas, la vivienda se convierte en un espejo de mundos posibles; un escenario de realidades aumentadas que invitan al habitante a mutar, jugar y explorar nuevas formas de vivir.

Plano planta del apartamento TransMorph en Valencia de Mario Montesinos

De esta manera, Mario Montesinos transforma el apartamento en un entorno sensible. Más allá de controlar la luz o el clima, MORPH colabora con sus habitantes como una extensión emocional del espacio. Sin duda, se trata de una muestra de cómo la tecnología puede convertirse en una capa más del lenguaje arquitectónico.

TransMorph no es solo una vivienda: es una arquitectura activa que responde, cuestiona, se adapta y propone nuevas formas de existencia en la frontera entre lo físico y lo digital.

Así, el apartamento se convierte en una plataforma performativa: un laboratorio en el que la dimensión tecnológica no se percibe como invasiva ni excesivamente futurista. Al contrario, es una domesticidad líquida, donde la realidad física se hibrida con lo virtual sin perder calidez ni humanidad.

Este apartamento se convierte en una plataforma performativa: un laboratorio en el que la dimensión tecnológica no se percibe como invasiva ni excesivamente futurista

Una atmósfera entre la materia y la luz

El uso del color y las texturas no responde a una lógica decorativa, sino experiencial. Un azul lila con matices metálicos baña vigas, columnas y mobiliario. Esta tonalidad fría, casi etérea, se complementa con el gris claro del microcemento y el blanco grisáceo de techos y paredes. En conjunto, generan una atmósfera que flota entre lo real y lo virtual.

Con sus 86 metros cuadrados, el apartamento TransMorph se despliega como un sistema operativo doméstico en evolución.

Por otra parte, la luz, tanto natural como artificial, se convierte en un elemento de composición. Refleja, rebota, transforma los materiales y sugiere nuevas profundidades. Gracias a ello, todo contribuye a la experiencia espacial de un apartamento que no se mira: se atraviesa.

Mario Montesinos concibe el apartamento Transmorph como un escenario mutante

Habitar como práctica creativa

Además, cada pieza de mobiliario ha sido concebida como parte del mismo ecosistema de mutación. Desde el sofá modular hasta la isla de cocina, muchas de ellas han sido diseñadas ad hoc. En estos casos, el diseñador ha empleado herramientas digitales como Rhino y MeshMixer para modelar piezas impresas en PLA, reforzadas con alma metálica y acabadas con pintura de chapa de coche.

Apartamento Transmorph de Mario Montesinos, una casa mutante en el Cabanyal de Valencia

En cambio, otras piezas provienen del mundo industrial, reprogramadas para nuevos usos domésticos. Esta lógica de reutilización y reinterpretación subraya el propósito del proyecto: convertir el habitar en una práctica experimental, donde lo cotidiano se vuelve performativo. Así pues, en TransMorph no hay un solo modo de estar, sino infinitas configuraciones posibles.

MORPH: inteligencia espacial al servicio de la identidad por Mario Montesinos

Fotografía: Luís Beltrán

Artículos relacionados

Júlia Brunet transforma un establo en una acogedora vivienda rural

Una plaza que aúna fútbol, cerveza y folclore castizo. Así es el restaurante del Bernabéu

vivienda en altura en L'horta Nord, Valencia

Una vivienda en altura en la huerta de Valencia que dialoga con el exterior

Elegante y atemporal: once proyectos de interiorismo donde el mármol es protagonista.