Entre lo urbano y lo natural: así es esta reinterpretación de la tradicional casa de montaña en La Cerdanya
SAU Taller d’Arquitectura ha concebido una casa de montaña que honra la arquitectura vernácula mientras reinterpreta sus códigos tradicionales. Bellver Mas Mateu surge como un volumen compacto y rotundo que, mediante un juego de llenos y vacíos, se abre al paisaje de la Cerdanya y establece un equilibrio entre tradición y contemporaneidad, entre refugio e inmersión en el entorno.
El arquetipo de ‘casa de montaña’ reinventado
Sobre una parcela de 470 m² situada junto al centro histórico de Bellver de Cerdanya, esta vivienda familiar actualiza con sobriedad la imagen de la casa pirenaica tradicional. Aprovechando al máximo la edificabilidad permitida, SAU Taller d’Arquitectura ha desarrollado un programa generoso en planta baja, que extiende la vida cotidiana en horizontal y prioriza la conexión directa con el exterior.
La orografía se convierte en la perfecta aliada de esta intervención. Así, el desnivel natural del terreno permite encajar, casi sin esfuerzo, un sótano que aloja el aparcamiento y un pequeño spa. De esta forma, el estudio consigue liberar la planta principal para albergar los espacios sociales y privados. Desde aquí, la vivienda mira en dos direcciones: al oeste, la silueta majestuosa del Cadí; al este, las suaves pendientes de la Tossa. De esta forma, el estudio hace posible que dos paisajes opuestos se encuentren en el interior de un mismo hogar.
Geometría pura, materialidad contextual
Bellver Mas Mateu propone un ejercicio de contención formal. En él, un único volumen compacto, coronado por una cubierta a dos aguas de pizarra, remite al imaginario de la casa de montaña. Sin detalles superfluos ni artificios, la geometría se despliega con serenidad y lógica esencial.
Por su parte, la piel del edificio refuerza esta vocación de arraigo. La piedra de Llívia, rugosa y austera, reviste los muros exteriores como si siempre hubieran pertenecido al lugar, mientras que la madera de abeto laminado imprime verticalidad y calidez al conjunto. De esta forma, estas texturas dialogan con el clima, la luz y el paso del tiempo, consolidando una arquitectura que no pretende destacar, sino pertenecer.
El vacío habitado
Si el exterior se presenta como un volumen rotundo, el interior sorprende por su ligereza. En la esquina sureste, la vivienda abre un vacío que desdibuja las fronteras entre dentro y fuera. Allí, un jardín íntimo y resguardado se convierte en el núcleo climático y en el punto de encuentro de la casa, garantizando una entrada generosa de luz y ventilación cruzada, al tiempo que ofrece privacidad frente al entorno inmediato.
De esta forma, este recurso matiza la crudeza del conjunto del conjunto y multiplica las posibilidades de relación con el paisaje. En torno a este vacío, SAU Taller d’Arquitectura ha logrado que la casa respire.
Un programa interior fluido
El interior se desarrolla como una secuencia continua que aprovecha cada metro cuadrado con inteligencia y sensibilidad topográfica. La planta baja alberga las estancias principales. En ella, se encuentran cocina y comedor orientados al sureste para capturar la luz del día; salón abierto hacia el oeste para contemplar el atardecer sobre el Cadí; y una suite discreta que completa el programa de esta cota.
Bajo la cubierta inclinada, el nivel superior despliega un estudio y dos dormitorios que se asoman con discreción al paisaje, acompañados por dos baños que refuerzan la autonomía de la planta. Pero más allá de la distribución, es la estructura espacial lo que define el interior de esta casa de montaña: dobles alturas que conectan visual y físicamente las plantas, perspectivas diagonales que atraviesan estancias y pequeños desniveles que resuelven con naturalidad la topografía irregular.
Así pues, Bellver Mas Mateu, es un proyecto que, sin estridencias, logra actualizar el lenguaje de la casa de montaña para hacerla, una vez más, esencial.
Fotografía: Andrés Flajszer