Un edificio histórico en Reus que dialoga con el entorno urbano
En el casco histórico de Reus, APCA Taller de Arquitectura ha rehabilitado un edificio de 665 m² a través de una intervención que equilibra el respeto por su pasado con una reinterpretación contemporánea. Un proyecto en el que el color, la luz y la materialidad dialogan con la memoria del lugar.
En diálogo con su entorno
La nueva fachada beige de este edificio histórico en Reus se presenta en su paleta cromática como una extensión de la emblemática iglesia de la Plaça de la Sang. Inspirado en el color original del templo, aparece también una tonalidad terracota que se introduce en carpinterías, balcones y persianas alicantinas. Así, envuelve el inmueble en una calidez que lo integra de manera natural en el tejido urbano.
Sin estridencias, la intervención reinterpreta la tradición con una mirada contemporánea. Además, APCA ha logrado dotar al edificio de una personalidad renovada pero fiel a su contexto. De este modo, el proyecto no solo se adapta al entorno, sino que lo enriquece visual y funcionalmente.
Espacios abiertos y funcionales
Al inicio del proyecto, el estudio catalán se encontró con una distribución original excesivamente rígida y compartimentada. La estructura del edificio limitaba la conexión entre sus espacios, impidiendo el paso libre de la luz y el aire en su interior. Por ello, la solución que encontró APCA fue liberar las estancias y proyectar las zonas de día hacia la fachada principal.
Ahora, los apartamentos se articulan en torno a un espacio central abierto que alberga la cocina, el salón y el comedor. Esta reconfiguración espacial optimiza la luz natural y la ventilación cruzada. Como resultado, el nuevo programa amplifica la sensación de amplitud y potencia la relación con el exterior. Así, la arquitectura respira, los interiores se abren y las viviendas dialogan con la ciudad y su luz.
Materialidad: entre la memoria y la modernidad
Para lograr un equilibrio entre el pasado y el presente, APCA ha apostado en esta intervención por una materialidad honesta y equilibrada. El hormigón continuo en los pavimentos aporta unidad y serenidad. Al mismo tiempo, sirve de base neutra para la recuperación de elementos estructurales originales, como las vigas de madera y los pilares de ladrillo visto.
Esta combinación de materiales aporta textura y profundidad al interior, mientras mantiene viva la esencia del edificio con un guiño al diseño más actual. Gracias a ello, el proyecto consigue transmitir autenticidad sin renunciar a la funcionalidad contemporánea.
El terracota como hilo conductor
El color terracota aparece como hilo conductor de esta rehabilitación. Este tono no se limita únicamente al exterior. También traspasa el umbral y se convierte en el protagonista del lenguaje estético dentro del edificio. Un color que evoca calidez, actualidad y dinamismo, en perfecta sintonía con la esencia del proyecto.
Desde el acceso al patio, un zócalo pintado acompaña el recorrido hasta los pisos superiores, enmarcando las puertas de cada vivienda y guiando la experiencia espacial. A medida que se asciende, este elemento visual refuerza la identidad cromática del conjunto, aportando continuidad y coherencia al diseño.
En el interior de los apartamentos, APCA lo ha introducido en detalles como la carpintería, las duchas y las cocinas. A través de este recurso decorativo, el estudio añade acentos de carácter sin saturar el conjunto. Así, se logra un equilibrio entre sobriedad y expresión, permitiendo que cada espacio respire y se sienta armónico.
Poner en valor el patrimonio urbano
De este modo, la rehabilitación de este edificio en Reus es una auténtica demostración de cómo intervenir el patrimonio urbano. APCA Taller de Arquitectura ha logrado generar un diálogo sutil entre historia y contemporaneidad que se resuelve con sensibilidad y carácter. Un proyecto que pone en valor una vivienda histórica y, a su vez, enriquece el paisaje urbano de la ciudad.
Fotografía: Adrià Goula